Judith Vives

El pleno aprueba unos presupuestos “continuistas” con los acuerdos del tripartito

CiU y el PP votaron en contra de las primeras cuentas municipales que trae a aprobación Joan Antoni Baron

A las séis de la tarde, una hora antes del que es habitual en las sesiones plenarias municipales, y con las intervenciones limitadas en el tiempo para evitar que el debate se perpetuara, se celebró ayer el pleno de aprobación inicial de los presupuestos del 2005. El presupuesto más participado que ha tenido nunca la ciudad –tal y cómo se encargaron de recordar los socios del tripartito- se aprobó con los votos en contra de CiU y el PP.

El acto empezó con un discurso del alcalde, Joan Antoni Baron, que además de la participación también destacó la puntualidad con que el gobierno presentaba las cuentas del próximo año. Baron explicó que estos presupuestos son “de continuidad, peruqè dan continuidad al acuerdo firmado en julio del 2003” y destacó el esfuerzo inversor. “Este presupuesto quiere hacer progresar la ciudad”, resumió el alcalde, “y hacer realidad que todo Mataró sea Mataró”, autocitant las palabras que pronunció en su discurso de investidura.

La presidenta del área de servicios centrales, Pilar Gonzàlez Agápito, fue la encargada de presentar las grandes líneas que definen el presupuesto municipal por el próximo año. El presupuesto definitivo, un golpe incorporadas los datos de las diferentes empresas municipales y organismos autónomos, es e 168.090.570 euros, cifra que representa un aumento del 10,68% respeto las cuentas del 2004. Según González-Agàpito, este es “un buen presupuesto porque da respuesta a las necesidades de la ciudad”.

El portavoz de ERC, Toni Civit, comenzó el turno de intervenciones de los grupos municipales. Según el republicano el presupuesto es “equilibrado y realista” y demuestra “la cohesión del gobierno municipal y la voluntad de un gobierno de izquierdas y catalanista de hacer partíceps los ciudadanos”.

Jaume Graupera, portavoz de ICV-EuiA, puso ènfasi en las aportaciones que, a su parecer, no habrían tenido tanto de relevo en las cuentas municipales si la formación ecosocialista no hubiera formado parte del gobierno: la participación, los temas educativos y la gestión de residuos. En cuanto a la participación Graupera advirtió que el camino hacia la participación “real” sería “largo y con una responsabilidad muy importante.

El portavoz socialista, Ramon Bassas, por su parte, dijo que los presupuestos responden en una ciudad dinámica, en un gobierno que sabe el que quiere, que responden a la coyuntura política favorable y que cumplen con el programa socialista.

La oposición enumera los incumplimientos
Los portavoces de la oposición dedicaron buena parte de sus intervenciones a enumerar las carencias o incumplimientos que habían detectado en el presupuesto y el PALMO. El popular Paulí Mojedano insistió sobre todo –como ya ha hecho en los últimos días- en la situación de estacament que, a su parecer, vive la ciudad. Por eso explicó que en Mataró se le plantejen unos desafíos derivados de un momento de cambio en el tejido empresarial y por la llegada de nuevos inmigrantes, pero lamentó que el gobierno no sea capaz “de enfocarse” para darlos respuesta. “El presupuesto no aporta nada de nuevo y no pone luz en estos retos de la ciudad”, dijo Mojedano. Según el portavoz del PP, el Ayuntamiento se ha convertido en “una gestoría cara” que respol los problemas del día a día “pero que no sabe marcar líneas estratégicas”, una actitut que hace jugar Mataró “en segunda división”.

El discurso de Joaquim Esperalba, bastante más disperso, también criticó un presupuesto según su opinión lleno de incumplimientos. Esperalba explicó que considera el programa “rancio” y sin ninguna concreción presupuestaría “mínimamente creíble” y aseguró que se había elaborado sobre una doble precariedad, “la económica y la de las ideas”. Cómo ya hizo en el acto público sobre los presupuestos del pasado día 25, Esperalba fue desgranando su opinión sobre las cuentas municipales siguiendo los cuatro ejes de la sostenibilidad, la cohesión social, el progreso económico y la participación, haciendo una especial atención a los dos documentos que han definir el futuro de la ciudad, el PAUM y el Pacto por el desarrollo económico y social, y concluyó su intervención acusan el gobierno de “gastar mucho, invertir poco y ahorrar casi nada”.

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