El personal del Miquel Biada teme perder derechos laborales con el traspaso del centro

La firma entre Ayuntamiento de Mataró y la Generalitat de Cataluña para el traspaso del histórico instituto Miquel Biada a la red pública de Educación de miércoles por la tarde sirvió también de escenificación de la protesta del personal del centro, que se movilizaron y mostraron carteles ante la presencia del alcalde David Boto, el Consejero Josep Bargalló y el resto de autoridades. La plantilla del Biada se queja de la incertidumbre sobre su futuro y teme perder derechos laborales con el traspaso firmado.

"Queremos sentar en una tabla con el Ayuntamiento y la Generalitat para resolver las dudas y las incertidumbres que tenemos: no queremos perder los derechos laborales que recoge nuestro convenio y queremos saber qué pasará con los profesores de ESO y Bachillerato cuando el Biada pase a ser únicamente un centro de formación profesional", describe Pere Manzanos, del comité de empresa. Los docentes se quejan de la poca información recibida y creen que "el Ayuntamiento dilata las concreciones del acuerdo firmado ahora voluntariamente".

Los derechos que perderán

El convenio que rige los profesionales del Miquel Biada en calidad de trabajadores del Ayuntamiento recoge derechos cómo complementos por cargo, equiparación laboral, jubilación parcial o premios por jubilación que si toda la plantilla pasa a manso de la Generalitat y se los aplica el cambio de convenio perderá. Este extremo, que ya se ha visto en el caso del instituto del Valle del Tenés, es el que ha hecho encender las alarmas del personal del centro. Se quejan, además, que la cuestión del traspaso y sus consecuencias el Ayuntamiento no lo haya tratado en la mesa de negociación laboral y sí en una reunión especial de asistencia voluntaria: "No hemos hecho ninguna reunión oficial para conocer el alcance y detalles del traspaso ni sabemos qué pasará con los profesores de bachillerato y ESO si se dejan de impartir estos estudios", lamentan.

Un total de 137 profesionales conforman la plantilla del Biada, que según el acuerdo tendrán que pasar a depender de la Generalitat a partir de septiembre del 2022. Hasta entonces, pero, desde el comité esperan forzar las dos administraciones a sentar a una tabla, informar del detalle de las negociaciones y hacer respetar los derechos laborales adquiridos al instituto durante su historia como centro municipal.