J.V.

El Mercado de Pilar está a las últimas

Los vecinos se quejan de las molestias que los provoca el mal estado del mercado, que no se ha rehabilitado desde hace cuarenta años

El estado de las instalaciones del mercado de Pilar, situado en el barrio de Peramàs, es el origen de las quejas y el malestar de las ocho comunidades de vecinos que lo rodean. La presencia de ratas y cucarachas, las humedades y los malos olores y, sobre todo, la presunta existencia de un material cancerigen a la uralita del techo del mercado son algunas de las irregularidades que preocupan los vecinos, que ya han denunciado los hechos al Ayuntamiento y la Generalitat de Cataluña.

Los vecinos se quejan que en los cuarenta años de historia del mercado no se ha llevado a cabo ningún proyecto de rehabilitación y que el mercado se ha ido deteriorando y esto ha provocado que aparezcan humedades y malos olores y que se hayan reproducido las ratas y las cucarachas, que entran a casa de los vecinos. El principal peligro es, según los vecinos, el techo de uralita. «Este techo se está descomponiendo y desprende amianto, que es una sustancia peligrosa», afirma la portavoz de los vecinos, Montse Ferrer.

Inspecciones de sanidad
A raíz de las quejas vecinales el Ayuntamiento, a través del Departamento de Bienestar Social y Salud, ha efectuado varias inspecciones al mercado. La última, en la cual también participó la Dirección general de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, sirvió para comprobar si la uralita resultaba un peligro para la salud. El regidor Oriol Batista ha explicado que el análisis ha demostrado que la uralita «no está rota y no desprende amianto, y que por lo tanto no es ningún peligro para la salud pública». Aún así, añade Batista, se realizará un segundo análisis de tipo ambiental para acabar de confirmar que no hay amianto a la atmósfera del mercado.

En las diferentes inspecciones, en cambio, sí que se han detectado algunas deficiencias en aspectos como las condiciones higiénicas de las cámaras frigoríficas o en el mantenimiento del mercado, y por este motivo se ha abierto un expediente sancionador. Batista asegura que son irregularidades habituales a muchas empresas y que en ningún caso representan un peligro para la salud.

Según el regidor, las humedades y la presencia de ratas y cucarachas es «un problema de muchos edificios viejos y no tiene nada que ver con la presencia del mercado, sino con el hecho que las estructuras son viejas». Según Batista, la solución al problema está en manso de las comunidades de vecinos, que se tienen que poner de acuerdo para encargar una desinfectació de todos los edificios.

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