J.Salicrú

El Hogar Cabanellas será una residencia de abuelos privada

El edificio se rehabilitará totalmente y parte de los beneficios de la nueva instalación irán por los más necesidades de la ciudad

La Fundación Cabanellas, la propietaria del Hogar que trae el mismo nombre, tiene la intención de rehabilitar completamente este espacio y convertirlo en una residencia de abuelos gestionada por una entidad privada los beneficios de la cual irían a parar a manso de los más necesidades de la ciudad.

Esta es la propuesta que tiene sobre la mesa desde hace unos meses el Servicio de Obras del Ayuntamiento, que hay de dar el visto bueno definitivo. Anteriormente se había hablar de instalar al lugar un hotel de entidades, un complejo lúdico y una zona de viviendas, posibilidades que se han ido desestimando por diferentes motivos.

La entidad pretende dar una concesión por un número determinado de años a una empresa privada que se encargaría tanto de la rehabilitación del edificio como de la gestión ordinaria del nuevo centro. “La finalidad es muy clara, que sirva para ayudar los pobres de Mataró”, ha asegurado el albacea de la Fundación y rector de Santa Maria, padre Joan Barato. De este modo se cumpliría el deseo que el indià Antoni Martí Cabanellas dejó escrito en su testamento el 1866, cuando se construyó la finca.

La presa de posición de Barato llega después de la presentación de una plataforma ciutada que reclama un uso público del espacio.

La función y asistencial del Hogar Cabanellas se mantuvo finos hace cuatro años, cuando el Consorcio Sanitario de Mataró se trasladó al antiguo hospital un golpe remodelado como residencia de abuelos. Desde entonces, la finca está cerrada y en desuso y el consorcio ha dejado de pagar el alquiler a la Fundación Cabanellas. La finca ocupa una isla de casas en pleno centro de Mataró de 14.551 metros cuadrados.

Càritas Interparroquial no lo ve claro
Càritas Interparroquial de Mataró (CUMBRE) cree la el Hogar Cabanellas se tendría que convertir en un espacio donde atender las personas más pobres de la ciudad y no en una residencia de abuelos. Esta es la posición que el presidente de la entidad, Fèlix Feliu, fijó miércoles día 4 en la última asamblea ordinaria de CUMBRE, celebrada a los locales de la parroquia de Sant Josep. La entidad no ve clara la propuesta de la Fundación Cabanellas de hacer una residencia de abuelos privada -los beneficios de la cual estarían destinados también a los más desfavorecidos– sino que cree que el lugar tendría que ser un centro de acogida. «Dar dinero a los pobres no es la solución. El que creemos es que hay que hacer es centros de acogida, que es el que falta en Mataró», ha dicho Feliu.

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