Cuándo Xavier Manté arrancó el "Yugo y las Flechas" de Santa Maria

En Xavier Manté y Bartra (1936-2021) nos dejó ahora ha hecho un año, el 20 de marzo. Hombre de ideas y de convicciones, pero poco dado a los convencionalismos, se le dedicó un acto que le habría gustado. Fue al cabo de unos días en el Rincón de la Paz, un espacio que él mismo había promovido al Nuevo Parque Central, junto al olivo que de vez en cuando regaba y observaba.

Allí se reunieron familia, amigos y compañeros suyos para recordarlo. Personas de los muchos ámbitos en que se había implicado: pacifismo, Tercer Mundo, cristianismo, catalanismo, política, ecología, reciclaje, asociacionismo. Dolors Fernàndez, en nombre de Justicia y Pau, refirió "la sonrisa pícara, los ojos siempre abiertos y terco. Con unas convicciones firmes en la justicia y la paz, los derechos humanos y el diálogo interreligiós en que creía firmemente". En cuanto a este último aspecto, señalaba la implicación de en Xavier en los encuentros "10 minutos de reflexión y plegaria" y las de la mezquita, en especial con la comunidad musulmana Alouadha.

Pilar González-Agàpito, en nombre de los amigos, explicó su trayectoria en varias actividades. Cómo cuándo, de joven, los domingos llevaba de excursión chicos de familias recién llegadas y los hacía descubrir la tierra y aprender la lengua. También que era una persona que "a menudo conseguía el que quería y a veces te sorprendía con salidas que no esperabas. Le gustaba la discusión, y discutía, y discutía hasta convencer. , era la palabra que utilizaba cuando había llegado aquello que pretendía en la polémica".

Imma Codina, por el Grupo Tercero Mundo, recordó su trabajo en esta entidad y su impulso por la apertura de la tienda del Comercio Justo a la Pescadería, una forma de luchar contra las desigualdades. Al acabar los parlamentos y los cantos se libró a los asistentes una hoja de olivo y un pájaro de papel, una de las aficiones de en Xavier, con su frase recurrente "Que seáis felices!".

En el ámbito político, su compromiso con la democracia y Cataluña vendía de lejos. A la época del CC, el grupo que lideraba Jordi Pujol, cuando con compañeros cómo Antoni Civit y Segimon Palacios hacían pintadas en pro de la libertad del futuro presidente, un golpe realizada la acción, se quedaba un rato cerca mirando si había quedado bien. "Tenía valentía y mucha sangre fría" afirma otro compañero de luchas, Cinto Mas.

Como miembro del FOC (Frente Obrero de Cataluña), él mismo me había explicado que había "robado" una multicopista eléctrica de mucha calidad para el partido. Lo hizo con el joven Joan Jubany (que quizás no era del FOC) y la libró al dirigente barcelonés Josep M. Vegara ante el Palacio Nacional de Montjuic, pasándola de un coche a otro. Resultó que en una escisión del FOC se enteró que un grupo se había quedado una parte de la multicopista y otro grupo otra parte. Así no podía funcionar.

Sin duda su acción más arriesgada fue la que protagonizó ante la fachada de Santa Maria hacia el 1970. Allí, con sus dos hijos pequeños ("muy valientes también", según Cinto Mas), arrancó parte de las maderas que configuraban el escudo de la Falange (EL "Yugo y las Flechas"), que estaba acompañada de la inscripción "Caídos por Dios y por España. Presentes!". Como cristiano de fe, demócrata y catalanista no podía soportar ver aquella figura a la entrada de la iglesia. Según su amigo Agàpit Borràs, no fue descubierto y nunca se supo quién lo había hecho. Ahora ya lo podemos decir.

Un recuerdo para ti, Xavier.