J.Salicrú

CONTRACRÒNICA: El hombre del vestido gris, pleno de felicidad

Crónica de la investidura de Salvador Milà como nuevo consejero de Medio ambiente y Vivienda del nuevo gobierno, esta mañana al Palau de la Generalitat

Salvador Milà tiene aspecto serio; hace cara de "responsabilidad". Su cara, pero, demuestra también que todavía este nuevo reto, el de ser consejero de la Generalitat de Cataluña, con valentía e ilusión. Es el penúltimo a ser llamado por el secretario general de la presidencia, Carles Duarte, justo después de Anna Simó -nueva consejera de Bienestar Social– y antes de Carles Solà -el nuevo titular de Universidades-. Va vestido con americana, pantalones y corbata gris, contrastando con el resto de consejeros, que han escogido el negro como color preponderante. Mira el ambiente y como los fotógrafos fusilan con las cámaras sus nuevos compañeros.

Milà avanza hasta ante la mesa, justo a la altura que le permitirá estrechar la mano a Maragall. "Prometed cumplir fielmente, de acuerdo con la ley, las obligaciones del cargo que asumís al servicio de la Generalitat de Cataluña y en libertad al presidente de la Generalitat?", le pregunta el exalcalde de Barcelona. "Sí, lo prometo", responde el exregidor de Urbanismo mataroní bajo la atenta mirada de Joaquim Nadal, Josep Lluís Carod-Rovira y Joan Saura. Son las doce y diecinueve minutos y Milà se acaba de convertir en el primer consejero mataroní de la historia moderna de la Generalitat.

Milà da la mano a Maragall, y seguidamente, repite la operación con todos los consejeros y consejeras –en este caso con un beso a cada mejilla– que han sido nombrados justo antes de él. Entre el público hay todo el entorno político de Milà, felices como nunca habrían imaginado: el presidente comarcal de ICV, Màrius Garcia, el dirigente local Pep Canal, los regidores Pep Comas y Jaume Graupera, históricos como Antoni Segarra y Carmina Benito y el actual presidente local, Toni Guirao, además de Joan Lleonart y Jordi Merino.

El nuevo presidente cierra el acto vanagloriant-se de la potencia del ejecutivo que encabeza: "Qué buen gobierno que tendremos! Tenemos ganas de hacer con el país, a partir del que se ha hecho, el que hemos soñado durante tanto de tiempo". Y apunta que su equipo es "catalanista de izquierdas, o de izquierdas catalanista" pero que es el gobierno de "todos los catalanes".

Felicitaciones y primeras declaraciones a la prensa
"Es muy consciente del qué tiene que hacer. No le da miedo el cargo, porque son temas que él ya ha trabajado directamente. Y además a él los retos lo hacen crecer", apunta el portavoz de ICV en Mataró, Joan Lleonart, mientras la comitiva sale hacia el patio de los Naranjos. Después de hacerse la foto de grupo, Milà, como todos los consejeros, recibe las felicitaciones de todos los presentes y atiende la prensa. Se pone bien; parece entusiasmado.

En el patio de los naranjos se reúnen alcaldes como Andreu Majó, de Arenys de Munt, y Llorenç Artigas, de Premià de Dalt, cercanos a ICV. Jaume Graupera, mientras toma uno de los canapés, asegura estar en una nube: "Esto es un cambio de régimen, un cambio de aire... Nosotros perdemos un asesseor del día a día como en Salvador, pero estoy seguro que encontrará tiempo de donde sea para continuar ayudándonos de vez en cuando. Tendremos que procurar ser respetuosos con su tiempo", apunta.

A la cabeza de un rato el Patio de los Naranjos se vacía y Milà asiste a la primera reunión del Consejo Ejecutivo del nuevo gobierno. Después se va a Granollers en la primera visita oficial: se han quemado unos parkings y algunos edificios han sido desalojados. Y toca ir. Buen viaje.

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