Joan Salicrú

Civit habla de convivencia en una mezquita de la avenida Recoder

Toni Civit quiso hacer gala de sus conocimientos en el mundo musulmán en la visita que el candidato republicano llevó a cabo el miércoles día 14 a la mezquita de la avenida Jaume Recoder, en compañía del candidato Josep Pros. Antes de empezar la visita en el espacio sagrado de los musulmanes, el candidato de ERC dijo que no estaba de acuerdo con afirmaciones como las que había pronunciado el día anterior el secretario general de la federación Convergència i Unió, Josep Antoni Duran y Lleida, que se mostró partidario que los inmigrantes no puedan votar. Civit se mostró partidario del diálogo interreligiós y explicó que para los musulmanes, haciendo gala de sus conocimientos, una mezquita es más que un centro religioso. Entonces llegó la hora de entrar a la mezquita –los hombres, las mujeres se tuvieron que quedar fuera a pesar de las peticiones de Civit–. El candidato republicano se sentó en tierra con el imam de esta mezquita frecuentada por gambians, Boubacarr Fatty, y le hizo una serie de preguntas prácticamente siempre en catalán: "Hablaré despacio porque me entiendas", dijo Civit. En primer lugar le manifestó la voluntad que todos los ciudadanos de Mataró convivan sin problemas pero afirmó que porque esto sea posible hay de haber un conocimiento previo. También se mostró favorable que los inmigrantes puedan votar, como ya había insinuado a la entrada: "Si una persona vive aquí y paga los impuestos aquí... tiene que poder votar". Pero tan como insistió en este derecho, el republicano habló de los deberes que tienen los musulmanes que viven en la ciudad y, como no podía ser de otra manera, se refirió al hecho que las mujeres no puedan entrar a las mezquitas: "Este tendría que ser un elemento que os hiciera reflexionar", dijo Civit. Hasta entonces el imam había escuchado. Ahora responde y antes de que nada agradece la visita, porque dice que los gusta ver que los tratan como "humanos" y que se los reciba bien. Del mismo modo afirma que los magrebíes que son aquí se tienen que traer bien con los autóctonos. Civit, que asegura que a ERC "no preguntamos de donde viene la gente sino donde van", pregunta a la imam por el número de gambians que hay en la ciudad. Este le responde que debe de ser entre doscientos y trescientos, de los cuales la mitad son musulmanes. El candidato republicano pregunta entonces por la relación que tienen los musulmanes con la Iglesia local y la imam le dice que es inexistente, pero que con los musulmanes otras mezquitas si que están coordinados. El representante de los musulmanes explica que la mezquita donde se encuentran se abrió el 1988, siendo la primera de Mataró, y que él es el segundo imam que el velatorio. Y pronuncia palabras conciliadoras: "Si no podemos vivir juntos porque somos de religiones diferentes, no vale la pena ser". Para acabar el candidato de ERC pregunta a Boubacarr Fatty si sabe qué quiere el partido que él representa en Mataró: "Sí, quiere la independencia, pero será muy difícil que se llegue, costará mucho trabajo". Y recuerda, sorprendiendo a los presentes, como el catalán fue una lengua reprimida durante el franquismo. En referencia al idioma, Civit propuso al imam y al chico que lo acompañaba que se apuntaran a un cursillo de catalán y que él mismo estaba dispuesto a hacer el posible porque se pudiera hacer un curso a la misma mezquita. Como plato final, una sopresa: el imam se pone a recitar unas palabras con árabe y reclama a los musulmanes que asistan a las mezquitas, que aseguran que están vacías. Está claro que nadie entiende nada de esto hasta que no lo traduce, a la cabeza de unos minutos.

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