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CiU se desmarca del Pacto Económico y Social

La federación considera que es una jugada más de proyección electoral del PSC, ‘que deja fuera la mayoría de entidades de la ciudad'

El ambiente político entre nacionalistas y socialistas se ha ido contaminando hasta volverse prácticamente irrespirable. De hecho CiU se pregunta si el PSC quiere volver a romper relaciones políticas, después de las últimas misivas que los dos partidos se han enviado a través de los medios de comunicación. En este sentido el último mensaje de los nacionalistas no ayudará a rehacer la situación.

A través de un comunicado, el Secretario general de la Federación en Mataró, Josep Lluís Martí, considera que el PSC está creando un escenario de «partido único» encaminado a practicar el «pensamiento único». «Pretenden explicar a la Federación qué es el que tiene que hacer, y no tiene que hacer, en beneficio de la ciudad», afirma Martí, en referencia a la última intervención del primer secretario local del PSC, Ramon Bassas.

«CiU es la de primer grupo político de la oposición, con la obligación de controlar y fiscalizar aquello que hace el gobierno de Mataró. Y esto es el que hace CiU actualmente», recuerda Martí. La reacción de los nacionalistas a la guerra de declaraciones también ha provocado que CiU haya decidido abandonar el consenso político propuesto por el alcalde Joan Antoni Baron, en beneficio de trazar las líneas estratégicas del futuro de Mataró. «La Federación de Convergència i Unió no votará el Pacto por el Desarrollo Económico y Social», apunta el comunicado.

Las razones que expone Martí es que el documento «no es ningún Plan Estratégico», sino «una jugada más de proyección electoral del PSC, acompañada de un grupo elitista de debate que ha dejado fuera de juego a la inmensa mayoría de entidades de la ciudad». «CiU no se vende a ningún precio», sentencia Martí.

El presidente de CiU también reprocha en el gobierno de haber impedido a grupos políticos con suficiente representación ciudadana de participar en el Consejo de Ciutat, de malograr el patrimonio arquitectónico de la ciudad por la gestión de las obras de la Nave Gaudí y de evitar el debate en el entorno del PAUM. «Las cortinas de humo del PSC sirven para tapar todo esto. El que hace Bassas no es política, es defiende histérica de un proyecto político caducado», concluye el comunicado.  

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