Xavier Alomà

Calor de verano en pleno otoño

Las elevadas temperaturas de la última semana permiten que, a pocos días de la Castañada, muchos bañistas puedan acercarse en la playa

Es domingo por la mañana, hace solo, calor y muchos mataronins han decidido ir a la playa. Esta escena sería completamente normal si no estéssim a finales de octubre. Y es que estos últimos días han sido especialmente calurosos, logrando temperaturas máximas equiparables a las de un día de verano. Sin ir más lejos, el pasado miércoles llegamos a la ciudad a una máxima de 26'4 ºC, y casi todos hemos tenido que volver a sacar la camiseta de manga corta de nuestro armario, cuando ya hacía días que la teníamos desada.

Este está siendo, pues, el octubre más caluroso de los últimos años. Quim Serra, ninguno del Servicio de Meteorología del Consejo Comarcal del Maresme, explica que, a pesar de todo, esta no es una situación anómala: "A la cuenca mediterránea, la entrada en otoño se caracteriza por su variabilidad: tanto puede ser que haga calor y sequedad, como frío y humedad. Este año nos ha tocado un otoño enjuto."

Los bañistas, pero, se muestran encantados con este clima. Maria Rosa Ribas y Maite Súria son dos mataronines que este domingo se han decidido a pasar la mañana en la playa del Varador y consideran que es "una maravilla" poder venir a la playa en estas fechas. "Se está más bien que en pleno verano, es perfecto: el tiempo es agradable y hay menos gente", comentan, "Nos hemos bañado y todo, pero el agua está muy fría y fuerza sucia. tendría que haber un mejor mantenimiento de las playas en estas fechas."

Arancha Paz ha venido con su familia desde Sabadell para disfrutar de esta mañana de playa en Mataró: "Creo que esto es un lujo. Tenemos la suerte de tener un clima muy cálido que nos permite disfrutar de la playa, del solo y de un buen día como el que hace hoy."

Una Castañada sin frío

Los que no parecen estar demasiado contentos del tiempo que está acompañante son los castaños. Falta una semana por la fiesta de la Castañada y las ventas no los dejan ser optimistas, a pesar de que la situación podría ser peor: "Este calor hace que la gente no compre tantas castañas, pero yo tengo una clientela fija que me ayuda a mantener el negocio", explica Don Felipe, que tiene su parada ante los Cines Òscar. Mari Carmen Córdoba, en cambio, no ha notado una disminución de las ventas a su parada de la Plaza de La Habana: "La gente sigue comprando castañas porque forman parte de la tradición, pero años atrás se venían muchas más". José Luis Solís, que está a la Placa de las Tereses, cree que los días de la Castañada y Todos Sants se venderán más castañas: "Si no, estamos acabados."

Las predicciones del tiempo por los próximos días le son favorables, puesto que se espera que este próximo martes aumenten el frío y la inestabilidad. Eso sí, lejos han quedado los días qué todo el mundo llevaba abrigo, guantes y bufanda por la Castañada.

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