Capgròs
La seguridad, o más muy dicho la inseguridad, es uno de los temas recurrentes en las conversas y las tertulias mataronines. La gran mayoría de semanas, las noticias más leídas son las de sucesos. Hay dos líneas que no siempre funcionan en paralelo, la de los datos y la de las nociones y sensaciones. Y 2022 puede decirse que no ha sido un buen año a nivel mataroní en cabo de estas coordenadas.
Los datos que se han ido tirando públicas en las diversas juntas locales de seguridad no son paso buenas. Han subido la gran mayoría de delitos (y aquí las ocupaciones las contaremos a banda) pero especialmente los hurtos o los robos con fuerza. Y está claro, estos son los tipos de delitos que suelen comportar más preocupación y alarma social. La cosa se retroalimenta y la sensación que puede imperar no es beneficiosa.
Aquí la madre de los huevos es una lucha por la que la ciudad tiene pocas armas más allá de levantar la voz y reclamar cambios. Y es el que intenta hacer. Todos los grupos municipales han pedido por activa y por pasiva que se penalice la multireicindència ante el hecho estadísticamente evidente que son pocos los que cometen muchos delitos.
Y es que hay datos sangrientos cómo que el 50 % de los detenidos a Mataró tienen antecedentes penaltis, que un 9 % de los arrestados este 2022 se los ha detenido más de 3 veces o que hay libres delincuentes que han sido detenidos hasta 8 veces. Frenarlo, pero, no es fácil.
Conmoción por el rasgo a un ciclista
Uno de los sucesos más desagradables y que suscitaron más reacciones (incluso una manifestación) fue la de Francesc Jiménez, un ciclista que fue abatido por un cazador el mes de enero en un entorno muy concurrido por caminaires y ciclistas de montaña. El ciclista, que se recupera de las secuelas al Instituto Guttmann y no podrá volver a andar, ha abanderado la lucha porque la legislación no sea tan laxa y los vareos de cazadores de jabalíes (una plazca) se señalen debidamente porque nunca más y en ninguna parte se tenga que lamentar que alguien sale en bici y vuelve a casa con silla de ruedas.
Blanco reiterado
Los robos con fuerza son uno de los tipos delictivos que más han aumentado durante 2022 y han tenido a menudo blancos reiterados, cosa que solo hace que multiplicar la sensación de inseguridad y la fartanera ante la impunidad con la que parecen operar algunos delinqüènts. Dentro de este sujeto de víctimas reiteradas y propiciatòries hay que hacer constarlas farmacias (que han llegado a contratar vigilancia privada para mirar de disuadir los ladrones) o tiendas tecnológicas cómo Intecat.
Lacra sexual
La lacra social de la violencia y las agresiones sexuales machistas ha vuelto a ser protagonista este año. Repugnantes han sido episodios cómo el de un vigilante de un bar de playa de Mataró que agredió sexualmente una chica, un caso denunciado en una de las primeras noches de Las Santas o también los primeros casos de punzadas en el ámbito del ocio nocturno, que tuvo en verano un repunte preocupante, además del caso del abusador histórico del CH Mataró.
El problema
El tráfico de marihuana sigue siendo una actividad delicitiva pero es tan presente que por más que la policía aborti algunas redes de negocio no mujer al alcance para frenarla. En un año hemos visto operaciones históricas como la de Vilassar (con cerca de 50 toneladas) o hasta dos plantaciones de un mismo grupo de origen albanés a Mataró. La marihuana es un fenómeno que está proliferando y que preocupa las fuerzas de seguridad por las ramificaciones criminales que comporta.
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