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Anuario 2021: Las ocupaciones se desbordan

En seguridad, Mataró ha vivido el boom de las ocupaciones y la crisis de la Policía Local

Cada día a Mataró hay más de un intento de ocupación. 40 al mes. Son datos oficiales del Ayuntamiento, que pide e implora "herramientas" para poder parar un fenómeno compartido con otras localidades pero que a la capital del Maresme se ha intensificado especialmente. El Ayuntamiento exige más Mozos a la Generalitat por un lado y querría cambios legales que dependen de Madrid, por el otra. Aún así, el Gobierno carga más hacia los primeros ante la percepción ciudadana de inseguridad que generan algunas de estas ocupaciones.

Hay ocupaciones delictivas porque hay pisos vacíos y porque hay grupos y personas que hacen de mafia y comercializan pisos de altri. Son ocupaciones-negocio que, además, ven cómo las personas que entran a vivir, si son desalojadas, quedan en la calle en situación de vulnerabilidad. Las ocupaciones son una de las caras de la problemática habitacional en una ciudad (y sobre todo una comarca) cada vez más desigual.

El fenomen de les ocupacions delictives és el principal maldecap a efectes de seguretat i convivència que pateix Mataró, amb casos repartits per tota la geografia local.

El fenómeno de las ocupaciones delictivas es el principal dolor de cabeza a efectos de seguridad y convivencia que sufre Mataró, con casos repartidos por toda la geografía local.

El fenómeno de las ocupaciones ha hecho una escalada estadística espectacular en pocos meses, logrando unas cifras ante las cuales la ciudad poco menos que se declara impotente. La unidad especializada de la Policía Local evita cerca del 40 % pero literalmente no mujer al alcance. La notoriedad y eco de algunas de ellas, además, así como la vinculación con elementos delicitus cómo el tráfico de drogas o grupos criminales de diversa índole hace que la percepción social empeore.

La Policía Local, una serie de suspenso

también ha sido una temporada más de la particular serie de suspenso y enfrentamientos que protagoniza la Policía Local y el gobierno de la ciudad. El cuerpo ha vuelto a estar en el centro del debate por su conflicto sindical contra su dirección política. Se ha hecho una remodelación, estrenado nuevas herramientas y cambiado ocasionalmente de regidor responsable pero el año acaba con la denuncia de Juan Carlos Jerez sobre el absentismo de los agentes (del 30 %) y la petición de dimisión de este hecho por el principal sindicato del cuerpo.


LA FIRMA: Seguridad pública, un bien común a proteger: la modernidad líquida en casa

Noe Ayguasenosa y Soro.
Diplomada en Gestión y Administración Pública (UOF), diplomada en Cultura de Pau (UAB), posgraduada en Seguridad Pública (UOC)

4 seguretat Noe Ayguasenosa

A pesar de los indicadores objetivos apuntan que vivimos en la sociedad más segura de la historia de la humanidad, en el plan subjetivo nos sentimos más inseguras que nunca. Los tiempos de incertidumbre que vivimos, esta modernidad líquida anunciada por Z. Bauman, aumentan la sensibilidad y la percepción de amenazas constantes. Los miedos crecen, y entretanto la extrema derecha las espeta e instrumentaliza.

Cómo responder a esta situación preservando la seguridad y velando por el mantenimiento de la cohesión social? Si la percepción de inseguridad es multicausal, la respuesta adecuada nunca podrá ser una mera reacción policial, sino que harán falta abordajes interdisciplinars que incluyan perspectivas sociales, económicas, personales. No hay soluciones que quepan en un tweet (al modo de la extrema derecha).

La policía moderna necesita trabajar en red, planificando y evaluando acciones coordinadas con los sectores educativos, del trabajo social y del tejido asocia- tiu, entre otros. Demandar una policía desconectada que solo actúa para apagar fuegos no tiene sentido en pleno siglo XXI, cómo tampoco tiene que otros sectores implicados en la solución no tengan en cuenta el resto de ámbitos implicados.

La solución pasa por tres premisas conceptuales de base que fortalecen el estado de derecho, velan por la dignidad de las personas y dan protección: (1) seguridad humana (2) cultura de paz (3) conflicto positivo. Y también pasa por unos cuántos criterios que guíen la acción: realismo (ni bonisme ni catastrofismo en los diagnósticos), violencias (prevenir todas las violencias, directa, estructural, simbólica y cultural), atender la seguridad (las políticas públicas tienen que incidir en las causas), atender la percepción de inseguridad (los sentimientos de pertenencia compartidos que reduzcan desconfianzas), holisme (la respuesta tiene que ser global y coordinada).

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