Pere Pascual

Antológica. Crítica de Pere Pascual

Can Palacete reúne el bono y el mejor, a la vez que el más desconocido, del trabajo del infatigable creador Jordi Arenas. A pesar de que la mayoría de obras responden a periodos de juventud y aprendizaje, es allá donde se puede disfrutar del mejor Arenas «artista». Un excelente dibujo realista de un guante de boxeo nos habla ya de su capacidad de dibujante, que se hace patente en el seguido de apuntes, retratos, notas... que están presentes. Igualmente en pintura sorprende la gran capacidad para crear ambientes y personalidades. Deturar-se en la cezanniana Jugando en la playa es un placer, como hacerlo en los apuntes del Ayuntamiento en plena guerra y muy especialmente en ciertos retratos y los intensos autorretratos. Es aquí donde está más vive el sentimiento nato de artista. Neguitós, osado, vibrando, la pintura de Jordi Arenas logra unos criterios que siguen actualmente plenamente vigentes.
br> El hecho que gran parte de su producción fuera de encargo, tanto particulares como en el arte religioso, limita su libertad compositiva. Un buen ejemplo son las piezas expuestas al Museo. Correctos siempre. Exactos en formas, proporciones y colores. Pero demostrativas en exceso del dominio del oficio (pintor) y con carencias en el alma (artista). Quizás por eso lo mejor está en los apuntes y las piezas de pequeño formato. Curiosamente es al Museo Archivo donde encontramos un cuidadoso punto de equilibrio con la presencia de exhaustivos esbozos por algunos de sus trabajos.

Una antológica, por lo tanto, muy escogida y presentada que nos permite profundizar en el hacer pictórico de este importante artista.

Pere Pascual es crítico de arte

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