11 opciones diferentes y 20 días para decidir alcalde

Los 90.000 mataronins con derecho a voto están llamados a las urnas, el domingo 28 de mayo, para escoger nuevo consistorio, para decidir la identidad de los 27 elementos que durante cuatro años tendrán que sentar a las butacas del Salón de Sesiones del Ayuntamiento. La ley manda y llega el cuarto domingo de mayo del año que hace cuatro del último golpe. Mira si impera la legislación electoral que incluso en la capital del Maresme hemos movido el lunes de Feria una semana para no favorecer la abstención.

La campaña no empieza oficialmente hasta la noche del jueves 11 de mayo pero la lógica electoral lo empapa todo desde hace semanas y meses. De hecho hay quién teoritza que hoy en día, con la exposición pública y mediática que tiene toda la acción política es cómo si los partidos no dejaran de estar nunca en campaña. Pero el hecho es que ya han pasado cuatro años desde la casi mayoría absoluta del PSC y es lógico pensar que el actual alcalde David Bote tendría más que la 'pole position' en la parrilla de salida.

Los socialistas, que han ganado todas las municipales menos una, salen primeros de una cursa con nueve listas más confirmadas entre las cuales hay obviamente los otros cuatro partidos que han tenido representación en este mandato (ERC, Comuns, Junts y Ciudadanos), históricos que quieren volver cómo el PP y la CUP, nuevos sujetos políticos locales cómo Valents o el FNC y dos antiguos alcaldables con la etiqueta cambiada al frente de Vox y Mataró ens mou.

La incógnita de la participación y la fragmentación

Los 20 días que quedan hasta las elecciones solo hará que subir la temperatura electoral. Actas, propuestas, prometidas o debates cómo el que este medio organiza el día 18 de mayo a la Sala Cabanyes 'El debate que tienes que ver' pero más allá de esta 'vidilla' el interrogante preponderante por estas elecciones es el mismo, por decisivo, que suele regir las municipales: la participación. Con la norma ya conocida del 5 % de los votos (el umbral que se tiene que superar para tener regidores) todos los partidos saben dos cosas: que dependerá del número de mataronins que vayan a votar que este precio se encarecerá o se abatirà y que a buen seguro este golpe la participación será más baja que hace cuatro años. Haciéndolo por el macho cabrío gordo: además participación es lógico que haya menos grupos municipales y por lo tanto que las sumas y la governança sea más fácil. A menos participación y más candidaturas pasando el corte, más números para volver a escenarios de fragmentación y sumas complicadas.

Normalmente han hecho falta entre 2.000 y 2.500 votos para entrar. Pueden parecer pocos o muchos, pero pueden servir para hacer travesías y cálculos que suele ser un pasatiempo extendido en plena cuenta atrás electoral.

La campaña arranca el día 11 pero la lógica electoral ya lo empapa todo

¿Plebiscito a Bote?

Más allá de la participación y sus efectos, hay dos factores más que prefiguren la parrilla de salida. La 'foto' del 2019, es decir el resultado antecedente y el contexto general. Así, el PSC obtuvo hace cuatro años una mayoría reforzada en un contexto electoral con todavía efectos de un proceso independentista que ahora parece más lejano. Bote concentró la mayoría del voto no independentista y capitalizó el haber ostentado la alcaldía. Quién tiene la batllia es, claramente a nivel local, la persona más conocida y el principal referente y esto el PSC lo ha cuidado hasta el extremo de haber convertido al propio David Bote en, seguramente, el unic sujeto con peso propio de todo el organigrama municipal.

Esto a nivel mediático y de redes también le ha procurado una serie de contestaciones y críticas (con temáticas como las ocupaciones o la movilidad) que sus rivales intentan explotar. Cuándo ERC asegura que Camprubí es la única alternativa real a los socialistas, los comunes piden más apoyo para acentuar más a la izquierda una possibile reedición de gobierno o los partidos de derecha conjugan el concepto alternativa están reconociendo de facto que la vara de medir y comparar seguirán siendo los socialistas y su número 1. habrá quién quiera vender que las municipales pueden ser un plebiscito a la gestión municipal de Bote. Ya se sabe que el relato político es como el punto de cocción de una tortilla: cada cual se la hace en su punto.

La rivalidad a la derecha

Una de las características que marcan la previa de las elecciones es la rivalidad al flanco de la derecha constitucionalista donde entran en competencia no solo las tres fuerzas estatales (PP, Vox y Ciudadanos) sino que se suma Valents Cuatro formaciones compitiendo por una bolsa de votos que puede parecer similar, que en alguno de sus extremos es limítrofe con el propio PSC y que basa buena parte del discurso en aspectos como la seguridad o las ocupaciones, en la línea del peculiar ecosistema de redes sociales y ruido que suele caracterizar el día a día de la actualidad local.

En la brecha del independentismo un nuevo sujeto (el FNC) entra a jugar a pesar de que no lo hace Primàries, que sí que estaba el 2019. En todo caso, mismo escenario de cuatro candidaturas intentando capitalizar el voto 'indepe' en un contexto, se supone, de menor movilización de este electorado.