desperfectes tren línia R1 Rodalies Renfe
desperfectes tren línia R1 Rodalies Renfe

Vigilantes de Renfe denuncian inseguridad y falta de efectivos en trenes y estaciones del Maresme

Constatan que la plantilla es insuficiente ante los robos, agresiones y actitudes incívicas que se viven a la línea R1 de Cercanías, sobre todo las noches de los fines de semana

La situación a la línea R1 de Cercanías del Maresme es un polvorín a punto de explotar, y no hay  recursos para apagar el fuego. Así se podría resumir el panorama que describen los vigilantes de los trenes de la comarca, a raíz de las últimas agresiones que ha sufrido el colectivo. Una situación, aseguran, que viene de lejos, y que se debe sobre todo a la falta de efectivos y de recursos que sufren. "Necesitamos refuerzos urgentemente", aseguran. Renfe responde que invierte cerca de 20 millones de euros en seguridad a la red de Cercanías y que se mantiene en coordinación con policías locales y Mossos.

Capgros.com ha podido hablar con dos vigilantes de seguridad de la R1, que ejercen de portavoces de la plantilla de la empresa Grupo Control, contratada por Renfe para las tareas de mantenimiento de orden a la línea que conecta Maçanet con Hospitalet de Llobregat pasando por el Maresme. Los dos vigilantes relatan el panorama desolador que viven en los trenes casi a diario. "Cuidamos del bien más preciado, que es la vida de los pasajeros, pero lo hacemos en unas condiciones que no tienen nada que ver con lo que exige la situación", constatan.

La reapertura del ocio nocturno ha empeorado mucho la situación a los trenes

Los trenes de la línea R1 se han convertido en un foco de conflicto, con robos con fuerza a los pasajeros en los interiores de los convoyes y en las estaciones, que han motivado dispositivos policiales específicos. Esto empeora por las noches de fin de semana y las mañanas siguientes, cuando se llenan de jóvenes que se dirigen a las discotecas de Mataró y de Blanes (o vuelven), habitualmente bebidos o bajo los efectos de las drogas. A raíz de la reapertura del ocio nocturno después de meses de inactividad por la pandemia, la situación se ha descontrolado.

vigilant de seguretat tren línia R1 Rodalies Renfe
Un vigilante de seguridad en un tren a la línea R1 de Cercanías. Foto: Cedida

El pasado viernes, día 25, un vigilante fue agredido por un grupo de una docena de menores. Los hechos tuvieron lugar pasadas las 11 de la noche en el interior de un tren parado a la estación de Mataró. Tres de los jóvenes accionaron el freno de emergencia para bloquear el tren cuando este iba a arrancar para permitir así la entrada de un grupo de amigos. El vigilante que había en la estación intentó parar la situación pero el numeroso grupo de menores lo rodeó en el interior del convoy y lo apalizó (actualmente está de baja). Y el domingo 27 a primera hora de la mañana, un vigilante de la estación de Blanes, también de la R1, tuvo que ser hospitalizado después de ser golpeado  en la cabeza a raíz de los incidentes con decenas de menores que volvían de una discoteca (los Mossos detuvieron a dos de ellos).

Vigilantes de estación y patrullas insuficientes

Los vigilantes entrevistados aseguran que este es el pan de cada día en la mayoría de fines de semana, y constatan que no son suficientes para poder hacer frente a este panorama. Según detallan, en la R1, dejando de lado Barcelona, solo hay vigilancia fija en las estaciones de Blandas, Calella, Mataró, Badalona y Arenys (a razón de dos vigilantes por estación y día, cada uno cubriendo turnos de 12 horas). A esto se suman las cuatro patrullas (dos por la mañana y dos por la tarde) de dos vigilantes cada una, que inspeccionan los trenes entre Blanes i Sant Adrià. Esto significa, a la práctica, que la mayoría de estaciones y de trenes (en hora punta con frecuencias de menos de 10 minutos) no tienen ninguna vigilancia, más allá de las cámaras de seguridad en las estaciones.

WhatsApp Image 2022 03 29 at 1.42.13 PM

Arma blanca requisada a un usuario de Cercanías. Foto: Cedida.

Reclaman refuerzos nocturnos para hacer frente a trenes llenos de jóvenes "bebidos y drogados"

Si esta carencia de efectivos ya resulta problemática a cualquier momento del día, empeora mucho más en las noches y madrugadas de fin de semana, franjas horarias en las qué, según los vigilantes consultados, Renfe no apuesta por ningún refuerzo de seguridad. "Tenemos unas 200 personas en un mismo tren, la mayoría bebidos o drogados y que no hacen ningún tipo de caso al que los podamos indicar porque se sienten fuertes", aseguran. Un retrato que cualquier usuario de los trenes del Maresme las noches de fin de semana (o a primera hora de la mañana) ha podido comprobar en primera persona en los ya conocidos cómo "trenes del botellón". "Hace un mes un tren estuvo parado en Badalona durante una hora por decisión del maquinista y del vigilante de la estación, puesto que había un vagón lleno de gente consumiendo drogas y exhibiendo armas blancas", aseguran los vigilantes. Según su testigo, cuando se presentó una patrulla de Mssos indicaron al maquinista que "se cerrara con llave en la cabina y arrancara, porque no se podía hacer nada más".

Dispositiu policial a l'Estació de Mataró. Foto: Policia Local

Dispositivo policial em la Estación de Mataró. Foto: Policía Local

Denuncian que se siguen produciendo robos con violencia y agresiones en las estaciones

Uno de los vigilantes entrevistados explica cómo, hace pocos días, tuvo que mediar en una pelea en un tren a la altura de la estación de Caldes d'Estrac, donde un joven arrancó el extintor y lo usó para atacar a otro, el cual sacó una navaja para defenderse. La estación de Caldes, añade, es una de las más conflictivas de la línea. "Es la única que no tiene cámaras de vigilancia, los ladrones lo saben y lo aprovechan para robar móviles y monederos a los pasajeros", afirma. Otro de los puntos más problemáticos es la estación de Mataró. "Los robos y agresiones se siguen produciendo a diario", constatan. Una situación que hace tiempo que se produce y que motivó la presencia de patrullas ciudadanas. "La mayoría eran familiares de usuarios del tren que habían sufrido estos delitos y nos resultaban muy útiles, pero el Ayuntamiento les reclamó que se dejaran de hacer", aseguran.

El alcalde de Mataró, David Bote, anunció ayer lunes, a raíz de la noticia de la agresión al vigilante en la capital del Maresme, que hay que "mantener la presencia policial coordinada de Mossos y Policía Local" en la estación. Los vigilantes constatan que la acción de las fuerzas de seguridad ciudadana no es suficiente, a pesar de los dispositivos conjuntos periódicos de Local, Mossos y Nacional.

Falta de recursos y condiciones "muy malas"

Los vigilantes también denuncian que, además de los problemas de personal, también tienen que hacer frente a otras carencias. Reclaman disponer de chalecos y guantes antipinchazos o espray de aerosol de pimienta, y un salario que tenga en cuenta el plus de peligrosidad de su tarea. Actualmente, aseguran, cobran 1.000 euros netos por 168 horas al mes, unos salarios que les sitúa en la escala más baja de todos los empleados vinculados a Renfe.

20 millones en seguridad

Un portavoz de Renfe asegura que la empresa pública está invirtiendo "cerca de 20 millones de euros" en recursos y efectivos de seguridad a las estaciones y a los convoyes. Además, constata que se ha establecido "una coordinación total con los responsables de seguridad ciudadana, como por ejemplo Mossos o policías locales", y que se establecen "refuerzos" en los puntos con más afluencia y conflictividad vinculadas a cuestiones cómo el ocio nocturno. En cuanto a la falta de recursos de los trabajadores, asegura que son las empresas de seguridad las que los tienen que proporcionar los materiales.

Comentarios (7)