Los Mossos d'Esquadra reforzarán la seguridad en el entorno del antiguo hotel Gaviota de Calella (Maresme), convertido desde hace cuatro años en el centro ocupado La Bruna. Después de unos primeros años plácidos, la conflictividad y el perfil delinqüencial de las personas que habitan ha ido en aumento y los datos policiales se han disparado "sobre todo en el último mes", según explica el director general de los Mossos, Pere Ferrer. El caso hace meses que se arrastra y ha motivado polémicas cómo los insultos y amenazas a la alcaldesa.
"De momento no ha pasado nada crítico pero tenemos miedo que pase", asegura Ferrer. Además de este refuerzo, se ha diseñado un dispositivo regional centrado en la movilidad ferroviaria de los individuos más peligrosos: "Trabajamos para abordar el fenómeno de la reincidencia porque quién coment diferentes ilícitos pueda ingresar en prisión".
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