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El Maresme ya no está en emergencia por sequía

La Generalitat ha levantado la fase de emergencia por sequía en el ámbito Ter-Llobregat gracias a las lluvias de los últimos días, y se eliminan restricciones

La Comisión Interdepartamental de Sequía ha acordado este martes levantar la fase de emergencia por sequía en el ámbito Ter-Llobregat, que incluye todos los municipios del Maresme, tras la recuperación de las reservas por las lluvias de las últimas semanas. Actualmente, los embalses de este ámbito están al 24,8% de su capacidad, con 154 hectómetros cúbicos. La previsión es que el cambio de escenario de emergencia a excepcionalidad sea efectivo el lunes, cuando se publique en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC). La emergencia por sequía se decretó el 1 de febrero en los 202 municipios que forman parte de este ámbito. Cuando se vuelva a la excepcionalidad, la dotación de agua por habitante y día pasará a ser de 230 litros y no de 200 como era en el escenario de emergencia.

Con el paso de emergencia a excepcionalidad se reducen algunas restricciones. Así, se reduce la dotación para el riego agrícola en un 40% y no en un 80% como en emergencia, un 15% el consumo de los usuarios industriales -25% en emergencia- y un 30% en los usos ganaderos -50% en emergencia-. En este sentido, existe la posibilidad de flexibilizar las reducciones en el ámbito ganadero presentando un plan de ahorro de agua en la Agencia Catalana del Agua.

La reducción del consumo de agua en los usos recreativos se mantiene en el 15% en usos asimilables a urbanos y es del 50% en riego. También se mantiene la prohibición de regar jardines y zonas verdes públicas o privadas, excepto el riego de supervivencia de árboles o plantas que se hará goteo a goteo o con regadera. No se puede regar el césped, excepto las superficies destinadas a la práctica federada de deporte, o si se hace con agua regenerada o de lluvia. Y se mantiene también la prohibición de limpiar calles o edificios con agua potable, la limpieza de vehículos solo en establecimientos autorizados y la prohibición de llenar las fuentes ornamentales.

 

Las piscinas no necesitarán ser refugios climáticos

Uno de los cambios destacados que trae asociado el paso de emergencia a excepcionalidad es que las piscinas de uso público podrán abrir sin necesidad de declararse refugio climático. Así, se permitirá el rellenado, o primer llenado si son de nueva construcción o se han rehabilitado, de piscinas de uso público y también las de uso privado que dispongan de un sistema de recirculación del agua. Se deberá hacer pero con las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.

Esto incluye piscinas municipales u otras de acceso público como las de los establecimientos turísticos, los centros deportivos, los centros lúdicos o las piscinas de las comunidades de propietarios, así como las de uso terapéutico ubicadas en hospitales y centros de educación especial. También se permite el llenado y el rellenado de piscinas de uso privado destinadas al baño de personas con grado de discapacidad reconocido y en las que consta que sufren alteraciones de la conducta. Los centros educativos podrán llenar completamente o parcialmente las piscinas desmontables de capacidad inferior a 500 litros para el baño de niños.

En cambio, no se podrán llenar piscinas privadas de uso individual o familiar, así como tampoco las que no tienen sistemas de recirculación de agua. Las que sí lo tienen podrán hacerlo en las cantidades mínimas indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.

El consejero de Acción Climática, David Mascort, ha destacado que estas restricciones son las mismas que hubo durante el verano pasado en cuanto a las piscinas.

El Plan Especial de Sequía contempla también topes donde se iguala el consumo de un turista al de un ciudadano. En situación de excepcionalidad este tope es de 115 litros por plaza, de obligado cumplimiento para municipios que durante tres meses hayan sobrepasado su dotación.

Además, se vuelve a pasar de caudales de emergencia mínimos a caudales ambientales, asegurando mejor la biodiversidad de los ríos y las masas de agua.

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