Capgròs
Una quincena de víctimas han denunciado ante el Defensor del Pueblo que el padre Josep Vendrell, rector entre 1970 y 1975, abusó de ellos a Caldes de Estrac en una época donde el cura se ganaba la complicidad de las familias y era incuestionable por todo el mundo. Así lo explica Catalunya Ràdio, destacando que había casos de violaciones semanales durante años en las décadas de los 60 y 70 a Barcelona y al municipio maresmenc. Las víctimas explican a Catalunya Ràdio que era una persona manipuladora y cautivadora , y que se lo consideraba muy moderno por la época.
Luciera Grado, una de las víctimas a Caldetes , explicaba que un día el cura pidió a las familias que llevaran los niños a una de las reuniones que se hacían normalmente a las once de la noche. Relata el siguiente: "Siempre muy moderno y avanzado, aquel día dice: 'Si poso todos los nanos detrás una sábana con un agujero y sacan el pene, los conozco a todos.' Y dique, ahora alguien le saltará al cuello a estrangular-lo... Nadie, ninguno de nuestros padres dijo nada".
Un viaje a Roma pleno de abusos
Incluso organizó un viaje a Roma donde los abusos fueron constantes, explica el mismo testigo, relatando que "Todo el mundo tenía que ir a su dormitorio, menos yo, que iba al de él. Allá te tocaba el que le vendía bien. Evidentemente, pantalones y calzoncillos fuera. Te besaba la boca, que es el que te deja el recuerdo más fijo, que parece que compartimos todas las víctimas".
Otra de las víctimas maresmenques que recoge Catalunya Ràdio, Raúl Costa, explica que el padre lo agredió cuando tenía 13 y 14 años, y que no lo explicó a la familia: "Hace un mes le expliqué a mi mujer, que me hizo morros un par de días por no haberle explicado antes. Y dique, y que, y al final lo ha entendido. No es nada que nos afecte a los dos, no ha pasado nada... Yo no lo viví de manera especialmente traumática, hay gente que sí".
El padre murió en 2004, pero ahora las víctimas se han organizado para denunciarlo públicamente y hacerlo llegar al defensor del pueblo. La vía judicial no tiene ninguna forma de avanzar, pero han querido posar de manifiesto cómo había complicidad de parte del obispado, que no hizo nada.
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