Los municipios aceleran para multar el exceso de consumo de agua

La grave situación de sequía que afecta Cataluña ha llevado además de seis millones de catalanes a vivir en una emergencia hídrica. En respuesta a esta crisis, varios municipios han modificado sus ordenanzas municipales para imponer sanciones a los vecinos que superen los límites de uso de agua establecidos.

En los 202 municipios de Barcelona y Girona que se encuentran en situación de emergencia desde el 1 de febrero, el límite de uso de agua es de 200 litros por persona y día. Esta cantidad no solo incluye el uso en viviendas, sino también en la industria, la agricultura, la ganadería, el comercio y los equipamientos deportivos. Sin embargo, el consumo recomendado solo para uso doméstico es de 100 litros por persona y día.

Algunos municipios, cómo Sant Julià de Ramis al Gironès, ya han experimentado restricciones el año pasado, cuando la Agencia Catalana del agua (ACA) impuso una multa de 2.000 euros para superar los límites de consumo permitido, que en aquel momento eran de 230 litros diarios por persona. El análisis municipal reveló que 150 vecinos no cumplían estas restricciones, con 50 superando los 500 litros y 27 excediendo los 1.000 litros por día.

Uno de los motivos de este consumo excesivo, aparte del derroche, es la presencia de residentes no empadronados al municipio, con consumos alterados. A pesar de recibir notificaciones para reducir el consumo, muchos usuarios continúan infringiendo los límites. Las sanciones podrían empezar a aplicarse después de revisar el consumo del primer trimestre de este año.

Campaña pedagógica y orendances a Alella

Los ayuntamientos han establecido multas que pueden ascender hasta los 3.000 euros. El Ayuntamiento de Alella, al Maresme, con muchas casas unifamiliares con jardines y piscinas, ha aprobado una campaña pedagógica y ordenanzas con sanciones graduadas para incumplimientos:

• Infracciones leves (hasta 750 euros): lavar vehículos, regar jardines de menos de 100 m², llenar piscinas de menos de 36 m² y superar el límite del consumo establecido para el uso doméstico.
• Infracciones graves (de 751 a 1.500 euros): regar jardines de entre 100 y 200 m² y llenar piscinas de entre 36 y 200 m².
• Infracciones muy graves (de 1.501 a 3.000 euros): regar jardines de más de 200 m² y llenar piscinas de más de 200 m².

Las reincidencias se pueden considerar graves o muy graves. A Alella, los vecinos con mayores consumos recibirán notificaciones personalizadas para reducir el consumo, con la posibilidad de inspecciones de la policía local y la aplicación de sanciones si no se cumplen las restricciones. El alcalde de la población, Marco Almendro, destaca la utilización de drones para detectar infracciones en piscinas y jardines cómo una de las medidas para asegurar un uso responsable del agua.

Fuente: ccma.cat/324