Muere Teresa de Arenys, poeta de alcance nacional, a los 71 años

La poeta catalana Teresa de Arenys, nacida Maria Teresa Bertran Rossell el 24 de mayo de 1952 a Arenys de Mar, ha muertos a los 71 años dejando un vacío en el mundo literario y poético de Cataluña. Reconocida por su profunda nobleza de alma y su lucha constante contra las adversidades, Teresa de Arenys fue una figura emblemática de la poesía catalana contemporánea.

Su obra, profunda e introspectiva, exploró temas cómo la identidad, la muerte y el dolor

Su carrera literaria se inició de manera inesperada, cuando, el 1976, ganó el prestigioso premio Amadeu Oller con su primera compilación de poemas, "Aor", a pesar de debutar a regañadientes. Esta obra marcó el comienzo de una trayectoria brillante en el mundo de las letras catalanas.

Su poesía combina el clasicismo con la modernidad. Durante los años noventa publicó unas cuántas piezas de poesía tuareg recogidas a Tuareg. Cantos de amor y de guerra de la Ahaggar (1999), con que ganó el quinto premio de reconocimiento a la creación poética "Cadaqués a Quima Jaume". Y, más tarde, Versos de vino novel, el 2009, y Epístola a un amigo muerto̟, el 2013. El 2001 publicó la novela El cuaderno de Agnès Solà. También ha sido reconocida su traducción de la poesía de Rilke.

Teresa de Arenys había sido galardonada con el premio Crítica Sierra de Oro de Poesía, reconociendo así su contribución excepcional a la poesía contemporánea catalana. Todo y su éxito y el reconocimiento de su talento, Teresa de Arenys mantuvo siempre una humildad y una sencillez admirables.

En una entrevista con el Consejo Comarcal del Maresme, la poeta reveló los orígenes de su pseudónimo, explicado por una mezcla de orgullo y circunstancias casuales. El nombre "Teresa de Arenys" se popularizó después de que un compañero utilizara esta denominación para presentar sus sonetos al premio de poesía Amadeu Oller, marcando así un momento crucial en su carrera literaria.

Su obra, profunda e introspectiva, exploró temas cómo la identidad, la muerte y el dolor, reflejando su propia experiencia personal y emocional. Desde sus primeros pasos en verso, Teresa de Arenys demostró un talento excepcional y una sensibilidad única que tocó los coros de sus lectores.