Los pescadores reclaman compensaciones por la regeneración de playas

Los patrones de las cofradías de Arenys de Mar, Mauricio Pulido, y de Montgat, Josep Hernández, se reunirán mañana en Madrid con el Ministerio de Medio ambiente para pedir compensaciones económicas después de la regeneración del litoral. Según Pulido las obras afectan a treinta embarcaciones de marisquers y de arte menor que faenan allá mismo donde se extrae la arena para las playas. La regeneración de las playas de Premià de Mar, Vilassar de Mar y Cabrera de Mar tienen al sector pesquero inquieto, que ve como menguan considerablemente los recursos de la zona afectada, ante la riera de Teià, entre Masnou y Premió. En esta zona faenan tanto marisquers, que recogen la almeja reluciente y pescadores de arte menor, que pescan especies como el lenguado, el saltamontes, la sepia o el rape.

Según el patrón mayor de Arenys de Mar, Mauricio Pulido, se trata de una prueba más de que el Ministerio no toma medidas para consolidar las playas: "Al 1986 y al 1992 ya se regeneraron las playas y a día de hoy estamos en la misma situación: teniendo que volverlas a hacer y sin haber pagado la falta de recursos de entonces", explica. Además, Pulido, comenta que la manera de regenerar las playas es doblemente mala, puesto que por un lado erosiona el medio natural y de la otra se gastan inútilmente recursos económicos públicos para regenerar unas playas que se sabe que se volverán a perder con el tiempo.

En la acción que se está llevando a cabo estos días en el Maresme, se extraerán del fondo marino alrededor de un millón de metros cúbicos de arena, entre 10 y 20 metros de profundidad, ante los municipios del Masnou y Premià de Mar. Las treinta embarcaciones afectadas por las obras corresponden a embarcaciones de arte menor de Montgat y a marisquers de los puertos de Mataró, Arenys de Mar y Blandas.

Para compensar las pérdidas que se ocasionarán durante este tiempo a estas embarcaciones, Pulido y el patrón mayor de Montgat, Josep Hernández, serán mañana en Madrid para pedir al Ministerio indemnizaciones directas para los pescadores de arte menor e inversiones para los marisquers. En este último caso, Pulido comenta que se trataría de un estudio de reproducción de la almeja en tierra, para afrontar situaciones adversas como la que se presenta, y para posteriormente hacer el traspaso a su hábitat natural, el mar.