Los animales también se manifiestan en contra el cierre del Parque de las Aves

Unas doscientas personas, entre trabajadores y visitantes, acompañados por loros, cabras, tortugas y varios animales del Parque de las Aves de Vilassar de Mar, se han manifestado este mediodía ante la casa de la usufructuaria de los terrenos, ubicada costado del recinto. Los trabajadores han leído un manifiesto en nombre de los animales pidiendo la conservación de su hogar, se ha hecho un minuto de silencio, y cuando las bestias han vuelto al parque, han empezado los gritos reivindicativos y la cassolada.

Tal como ha pasado en otras ocasiones, hoy también uno de los locatarios de esta casa, no vinculado en el caso, ha increpado los manifestantes. De hecho, ayer acabó la manifestación, que se repite cada día a las nueve y media de la mañana y a la una del mediodía, cuando este mismo individuo agredió algunos de los trabajadores del parque, los cuales presentaron una denuncia a los mozos de escuadra. Este mediodía las usufructuarias de los terrenos estaban en casa, pero en ningún momento han querido atender a la prensa.

El equipo humano del Parque no entiende el cambio de actitud de la usufructuaria de los terrenos, Teresa Florenza, una mujer de 93 años y suegra del fundador del parque. “Nadie compran como esta señora puede pedir después de cuarenta años el uso de estos terrenos que ya no son de su propiedad cuando dispone otros muchos próximos a las instalaciones que actualmente están completamente abandonados”, ha manifestado Marta Vinyals, directora del centro y nieta de la demandante.

Las manifestaciones en contra del desalojo del parque empezaron la semana pasada cuando se hizo pública la sentencia de la Audiencia de Barcelona que pedía el traslado del recinto antes del 8 de julio. Desde entonces, los visitantes del parque firman un manifiesto a favor de la conservación y los niños hacen dibujos de solidaridad y apoyo. También se prevé que de aquí unos días se crei una plataforma de entidades en defensa del parque y se convoquen otras manifestaciones, algunas ante el juzgados de Mataró. Algunos municipios de la comarca ya han mostrado su inetrés para acoger el parque, pero los directores consideran imposible el traslado de todos los animales sin provocar alguna muerte y sobre todo no consideran viable volver a reproducir en otro lugar el entorno natural donde viven ahora. Se han necesitado treinta años para crear este parque.