La Feria del Cántaro se celebrará a partir del viernes día 4 de agosto en Argentona, pero su máximo protagonista ya ha llegado a la villa. El primero símptome que la Feria se acerca siempre es el mismo: la llegada de miles de reproducciones del cántaro del año. Transportados en camión en cajas de quince ejemplares desde las tierras de Castilla, los 5500 cántaros ya se han colocado en los almacenes de la Casa Gótica. Según el director de la Feria Internacional de Cerámica y Barro de Argentona, Oriol Calvo, "las previsiones apuntan a que este año será una buena Feria y por lo tanto esperamos venderlos todos".
El año 2005 el cántaro del año fue una colorida vasija de la población portuguesa de Alcobaça que se vendió hasta acabar las existencias. Este año el cántaro es procedente del centro productor cerámico de Tajueco, situado en Castilla-León. La Feria ha organizado una exposición monográfica sobre la cerámica popular de la comunidad leonesa, que será visitable durante los días de la Feria del Cántaro a la sala de exposiciones de la Casa Gótica.
La tradición de la Fiesta del Cántaro marca que el cántaro del año no podrá empezar a ser vendido hasta el día 4 de agosto a primera hora de la mañana. En aquel momento, a las séis de la mañana, se produce la Posta de Cántaros, la colocación y bendición de los mismos a la explanada que hay entre la Pared de las Mentiras y la Fuente de Santo Domènec. A partir de aquel momento los cántaros se podrán adquirir directamente en la Casa Gótica, dentro del recinto ferial.
La Feria del Cántaro, que se celebrará en Argentona durante los días 4, 5 y 6 de agosto se presentó en rueda de prensa el pasado martes 25 de julio. habrá 90 artesanos internacionales, 25 actividades paraleles y una Segunda Muestra de Cine y Vídeo sobre cerámica.
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Un cántaro de Castilla-León
El cántaro de la fiesta de este año es un ejemplar del pequeño pueblo de Tajueco, situado a unos 50 kilómetros al sur de la capital, Soria, que en treinta había tenido hasta sesenta obradores de barro y dónde actualmente sólo queda uno, el del artesano Alfonso Almazán, autor de los 5.500 cántaros realizados.
Se trata de un cántaro de campanario que, como los de torre, son cántaros simbólicos que representan la elevación a una dimensión superior. Esto se consigue sobreponiendo varias nanses sobre el cuerpo globular del cántaro. La decoración es bien simple: unas pinceladas en blanco simulando fulletes de árbol y barniz aplicado directamente sobre la arcilla roja. Estará a la venta a la parada de la Casa Gótica (Plaza de la Iglesia). El centro productor de Tajueco es un ejemplo del barro tradicional de Castilla y León.
El cántaro de campanario de Tajueco
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