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La menor víctima de artes marciales declara por videoconferencia

El juicio contra el presussupte agresor sexual de menores queda visto por sentencia

El juicio contra el profesor de artes marciales que presuntamente abusó sexualmente de cuatro niñas, de entre 6 y 9 años, a dos colegios de Cabrils y Mataró, ha quedado visto para sentencia después de que al menor que faltaba para declarar lo haya hecho hoy, a puerta cerrada y a través de videoconferencia.

Esta niña, que ha declarado desde el juzgado de Mataró ante la sección segunda de la Audiencia de Barcelona, es la que supuestamente sufrió los abusos más graves y la que se negó, a diferencia de las otras tres menores, a comparecer en la sala para no tener que declarar ante su agresor.

Después de la declaración, la abogada de la menor, Lara Padilla, ha explicado que la niña "se ha reafirmado en sus manifestaciones anteriores relatando una vez más todos los abusos de los cuales ha sido víctima". En el interior de la sala, la letrada de la defensa, Inés Portabella, que pide la absolución de su representado y ha puesto en cuestión la veracidad del relato de esta menor: "no puede estar tan tranquila en su declaración cuando supuestamente le han ocurrido cosas muy graves, terribles", ha afirmado.

Portabella ha argumentado, además, que según un informe psicológico del hospital de Can Ruti de Badalona, los celos que esta niña tiene de su hermano le provoca "un sentimiento de abandono y un conflicto interno que necesita tratamiento psicoterapèutic", por lo cual cree que se inventó estos abusos para llamar la atención.

Francisco C.S., en la prisión provisional por estos hechos desde hace casi dos años, está acusado de abusar sexualmente, entre 2001 y 2003, de cuatro alumnas suyas, tres del colegio público El Olivo (Cabrils) y una del Cereza (Mataró), delitos que asegura no haber cometido y por los cuales se enfrenta a una pena de 19 años de prisión.

El juicio, que empezó a mediados de mayo pasado, se ha alargado hasta hoy porque el presidente de la sección segunda, Pedro Martín, decidió suspender las sesiones hasta decidir en qué condiciones tenía que declarar la niña que se negaba hacerlo. Finalmente la sala, que ha recibido muchas críticas para obligar las niñas a declarar sin la protección de una mampara que evitara el contacto visual con su presunto agresor, optó por el sistema telemático para tomarle declaración después de recibir el informe de los forenses que exploraron por última vez la menor y que desaconsejaba que la niña compareciera en la vista.

En los informes finales, tanto la fiscal como la abogada de la acusación particular han incidido en la persistencia de las niñas en la incriminación y en el hecho que se trata de alumnos de dos colegios diferentes para otorgar total credibilidad a su versión. Las acusaciones han basado sus argumentaciones en los informes de los psicólogos y pediatras que exploraron las menores, que destacan que el relato de las niñas es "lógico y coherente" y califican los hechos de "abuso sexual muy probable".

Tanto la fiscalía como la acusación particular han recordado, igualmente, que los profesores y los padres de las niñas declararon en la vista que estas no eran fabuladores ni mentirosas, que estaban plenamente adaptadas al colegio y que, por lo tanto, no tenían ningún motivo para inventarse uno historia de este tipo.

La abogada de Francisco C.A. ha intentado desacreditar estos informes psicológicos, alegando que en tres de los cuatro casos "están hechos por las mismas personas, son genéricos y dicen prácticamente el mismo". En su intervención, que ha durado aproximadamente una hora, la letrada defensora ha repasado todas las contradicciones en que las menores habían incurrido a la hora de explicar los hechos, subrayando que la versión de las niñas no coincide cuando relatan los lugares del gimnasio donde supuestamente se cometían los abusos o el momento de la clase en que se producían.

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