M.Cuello

La costa de Vilassar de Mar y Premià de Mar suspenden en calidad

Un estudio de Greenpeace presentado hoy en Premià de Dalt pone en evidencia la presión urbanística y la contaminación del litoral catalán

Vilassar de Mar y Premià de Mar, las dos con una calificación de tres sobre diez, son las únicas zonas de la costa del Maresme que suspenden en calidad medioambiental, según el estudio Coastwatch 2004 que hoy ha presentado Greenpeace en Premià de Dalt. Las otras playas maresmenques analizadas disfrutan de una puntació muy variada, sobresalen con una nota de siete las costas de Sant Andreu de Llavaneres y de Calella.

En la presentación de este estudio los portavoces de la organización ecologista han denunciado la creciente urbanización de la costa catalana, sobre todo a la zona de Tarragona, el Delta del Ebro y el Besòs, perjudicado por la construcción de las instalaciones del Foro de las Culturas. Por erradicar este proceso, Greenpeace ha pedido en el gobierno catalán la aplicación del nuevo Plano director del Sistema Urbanístico Costero, el cual protege de la construcción una franja de quinientos metros desde el mar.

Los ecologistas también han mostrado los datos de residuos obtenidas de los análisis realizados a 200 kilómetros de la costa catalana. Solamente a la costa de la provincia de Barcelona se han contabilizado 48 envases de plástico, 32 latas, 487 palillos de las orejas, 35 bolsas de plástico, 56 materiales procedentes de la tierra, 21 unidades de mobiliario doméstico y 42 unidades de basura doméstica, todo esto por cada kilómetro de costa. Cantidades que en algunos casos se reducen respeto el año pasado, según apuntan los ecologistas, no por el crecimiento del civismo ciudadano, sino por el hecho que este año no habido fuertes lluvias torrenciales, las cuales conducen más residuos a la línea de la costa.

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