Capgròs
Sala del Contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia ha admitido a trámite el recurso interpuesto por la Plataforma en Defensa del Centro Histórico de Argentona contra el acuerdo de escombro de la masía de Hace falta Guardia, datada del siglo XVI, así como otros elementos del centro y que fue aprobado por la Comisión de Patrimonio de Barcelona. La plataforma presentó el recurso porque consideraba que la zona estaba enmarcada en uno en torno a protección cultural. La entidad había conseguido, hasta el mes de marzo, atrasar un proyecto del Ayuntamiento que se inició al 2003 y que pretende construir pisos, locales comerciales y aparcamientos en el centro histórico del municipio.
Ahora, con la masía de Hace falta Guardia en tierra, junto con cuatro o cinco casas antiguas del pueblo y el edificio del antiguo cine España, el objetivo de la plataforma es evitar que los intereses privados salgan adelante una obra que también afectaría a la fuente de Santo Domingo y a dos minas de los siglos XVIII y XIX. El portavoz de la plataforma, Xavier Collarín, ha explicado que habiéndose frustrado el primer objetivo de evitar el escombro incluso se cerraron un días antes de la fecha de demolición, ahora reivindicamos un espacio público que no cambie radicalmente la fisonomía del centro histórico de Argentona.
De momento, según la plataforma, el proyecto municipal está parado desde el escombro al mes de marzo y el inicio de obras estaría pendiente de unas inspecciones arqueológicas a la zona porque hay indicios que se pueda encontrar esqueletos humanos. Además, un recurso vía judicial denuncia que la zona derrocada estaba protegida. Esta semana, la Sala 5a de el contencioso administrativo del TSJC ha admitido a trámite el recurso interpuesto contra el acuerdo de escombro del centro histórico aprobado por la Comisión de Patrimonio. Según Collarín, la Comisión hizo caso omiso de unos informes técnicos que reclamaban la conservación de los edificios. Además, según argumenta Collarín, los edificios estaban en el perímetro de protección de una casa de Puig y Cadafalch, declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) desde la década de los años 80: 'no se podía derrocar ninguno de los edificios, pero el alcalde tiene mucha influencia a la Generalitat'.
Desde el Ayuntamiento, el teniente de Alcalde, Jordi Pinart, asegura que ninguno de estas medidas afectarán en el calendario previsto y durante el primer trimestre del año ya se podrán ver máquinas. Pinart ha explicado que hasta ahora toda instancia legal los ha dado la razón y hoy por hoy no hay ninguna que nos pare .
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