Òscar Fernández/ACPG

El Maresme sufre l’abril menos lluvioso de los últimos veinte años

La permanencia del anticiclón del Atlántico ha hecho que haya zonas de Cataluña donde no llueve desde hace siete meses

Al contrario del que es habitual, el mes de abril no ha traído lluvias al territorio catalán. De hecho, este es uno de los más secos de los últimos años. Cómo apunta el meteorólogo del Consejo Comarcal, Quim Serra, “este mes de abril está siguent especialmente enjuto. A la espera de los datos definitivos, se puede asegurar que ha sido lo más seco de los últimos veinte años”. La situación climatológica se ha debido a la permanencia del anticiclón del Atlántico sobre la península, que ha desviado los sistemas frontales que podían afectar en Cataluña.

“En el Maresme se ha vivido un abril muy seco por la época del año”, afirma Serra. Los efectos de la sequía, pero, no nombre´çes se han notado en la comarca sino que se han registrado en todo el país. Así, hay zonas del interior como Osona, donde hace siete meses que no llueve. La carencia de lluvia está retrasando las cosechas de secano, como por ejemplo las de cebada, que se acostumbran a recoger por los alrededores de Sant Jordi. El crecimiento del gra de estos cultivos ya se había visto agravado por el frío intenso del invierno pasado. Por otro lado, los pantanos se han resentido por la carencia de agua, y en algunos casos están viviendo una situación crítica. A las reservas de Lleida, por ejemplo, las turbinas de generación eléctrica están trabajando al 50%.

Todo y la excepcionalidad de la carencia de lluvias, Serra recuerda la variabilidad del clima mediterráneo, donde se alternan situaciones completamente diferentes de un año a otro. “El clima que tenemos es así, los abriles acostumbran a ser lluviosos, pero también se puede producir un de seco de vez en cuando”, recuerda. De todos modos, la temporada lluviosa por excelencia en Cataluña es el otoño, que en términos meteorológicos se considera que abarca desde la segunda quincena de septiembre hasta la segunda quincena de noviembre. Se mujer la circunstancia que el otoño pasado tampoco fue especialmente lluviosa.

Precisamente las características del clima mediterráneo pueden volver a cambiar el sido meteorògic de manera imprevista. “De aquí a dos días se puede retirar el anticiclón y podemos tener lluvias importantes”, comenta el meteorólogo. Se podría dar el caso que las precipitaciones se concentraran al mes de mayo, produciéndose de este modo una “primavera enderrerida”. A pesar de todo, Serra advierte que si se alarga la sequía hasta el otoño, la situación podría acontecer grave. “Podrían haber restricciones para el consumo de agua”, avanza.

Situación similar a la del 92
El meteorólogo compara la situación actual a la que se vivió en el país poco antes de los Juegos Olímpicos. Durante aquella primavera, se temió por la abastiment de agua en Barcelona, que tenía que recibir un importante número de turistas en verano. Afortunadamente a finales de mayo llegaron las lluvias con frecuencia, cambiando radicalmente la situación. Incluso, se llegó a sufrir por la celebración de la ceremonia de apertura porque había amenaza de tormentas.

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