Capgròs
La Policía Nacional ha desarticulado una organización que asaltó la vivienda de un clan rival en Estepona y ha detenido a once personas en todo el Estado, incluido uno en Vilassar de Dalt. Nueve de los arrestados han ingresado en prisión. Entre los detenidos se encuentra el líder de la banda, contra el que constaba una orden internacional de detención emitida por Serbia, de donde habría huido en 2021 siendo considerado un objetivo de "alto valor" y uno de los más buscados en el país. La Policía Nacional llevó a cabo siete registros, durante los cuales se intervinieron tres armas de fuego con numerosa munición, siete documentos de identidad falsos, un dron y 16.000 euros. El ataque estaba motivado por una venganza entre clanes de origen serbio.
La investigación comenzó en enero, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la asistencia sanitaria por lesiones graves a cinco ciudadanos de origen serbio en un hospital de Málaga. Los agentes descubrieron que habían asaltado la vivienda en la que vivían. El asalto se realizó con armas de fuego y los habitantes habían sido atados de manos, golpeados y heridos. Los afectados mostraron poca colaboración con la policía. Ante esto y en colaboración con las autoridades serbias, la Policía Nacional constató que los heridos eran delincuentes relacionados con el crimen.
Desde el principio, los investigadores sospecharon que este asalto podría estar motivado por una venganza entre clanes de origen serbio. Una vez realizada la inspección ocular en el domicilio donde ocurrieron los hechos, se constató el asalto y su gravedad. En un primer momento se intervino una pistola, con el número de serie borrado, que los autores habrían dejado en las inmediaciones del lugar de los hechos durante su huida. Además, la investigación reveló que el asalto había sido preparado minuciosamente y su ejecución recordaba técnicas militares, contando incluso con un dron para prepararlo y tener vigiladas a las víctimas.
En los hechos intervinieron ocho personas, cinco asaltando la casa y tres vigilando el entorno. Los implicados alquilaron hasta tres vehículos y tres viviendas, donde se alojaron los días previos al ataque. Los autores contaban con infraestructura en Málaga, Madrid, Barcelona y Alicante. Una vez identificados los implicados, la policía determinó que el organizador era el líder de una peligrosa organización criminal de carácter armado, vinculada al narcotráfico.
La operación para detener a los implicados se llevó a cabo el 29 de abril, con agentes del Grupo Especial de Operaciones y del Grupo Operativo Especial de Seguridad. Durante esta se llevaron a cabo siete registros domiciliarios, cinco de ellos en Estepona (Málaga), uno en Madrid y uno en Vilassar de Dalt. En total se intervinieron dos pistolas con el número de serie borrado, con más de 100 cartuchos, una bolsa de herramientas que podrían estar preparadas para un nuevo asalto, siete documentos de identidad falsos, un dron y 16.000 euros en efectivo.
A los once detenidos se les acusa de delitos de detención ilegal, robo con violencia, tenencia ilícita de armas, lesiones, falsedad documental, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Además de la orden internacional de detención contra el líder de la banda, otro de los arrestados también tenía una orden similar y a un tercero le constaba una de ingreso en prisión emitida desde el estado.
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