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Denuncian ahora que el IES Llavaneres se inunda cuando llueve

El director del instituto lo atribuye a un mal diseño de la estructura del edificio

Cuando el problema de teléfono que sufre el nuevo IES Llavaneres esà en vías de solución, el director del centro ha denunciado ahora que el mal diseño del edificio hace provoca que se inunde cuando llueve. Así lo pudieron comprobar los responsables del centro después de las lluvias y el viento del pasado miércoles. Según el director, Eduard Castaño, la situación se repetirá siempre que llueva, puesto que el diseño del edificio no prevé un buen drenaje del agua. Hasta tres dedos de agua bajaban por los pasillos y escaleras exteriores del nuevo instituto de Llavaneres, y llegaron hasta la zona del gimnasio, la cocina y el comedor.

El problema es que todos los techos exteriores del edificio –la marquesina del porche y los que tapan las escaleras exteriores– están hechos a raíz de la zona de paso, por lo cual la lluvia siempre acaba entrando a las teóricas zonas cubiertas. Castaño cree que una primera solución de urgencia sería alargar estos bloques de hormigón. La situación se agrava a la entrada al gimnasio y a la cocina del centro, donde el techo lo forman unas rejas por las cuales cae el agua. “En teoría la entrada a la cocina tiene que ser una entrada limpia porque pasa comer”, ha comentado el director del centro, Eduard Castaño.

El centro ha psoat en conocimiento de los técnicos del bra la situación. El director, pero, teme que estén delante “de un problema de diseño del edificio”. Castaño apunta al arquitecto del edificio, Francisco Gallardo–Bravo Ortega, como responsable de los defectos del instituto. A pesar de todo, el director del IES explica que Gallardo–Bravo no quiere sentir a hablar de responsabilidades: “Él dice que es zona exterior y que, por lo tanto, si llueve te tienes que mojar”.

Además del problema del agua, Castaño se siendo como un ratón de laboratorio, puesto que el curso ha empezado pero la obra todavía no está formalmente entregada: “Hemos llenado el instituto de alumnos, hemos hecho la prueba del agua y no la hemos pasado. Ahora esperamos una fuerte abanicada para ver si aguantan las láminas de aluminio de las ventanas”, ha comentado irónicamente.

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