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Las altas temperaturas del invierno reducirán un 20 % la cosecha de guisante de Llavaneres

A pesar de que las plantas se han secado por falta de frío, la calidad será "excelente", según los productores de Llavaneres

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Los productores de guisante lágrima en Sant Andreu de Llavaneres prevén tener una cosecha "con la calidad de siempre", pero un 20% inferior a la del año pasado debido a las altas temperaturas registradas en el invierno. Joan Mora, uno de los agricultores dedicados a ello, recuerda que a esta variedad "le gusta el frío" y que al no tenerlo la planta ha sufrido mucho y se ha secado. "No creo que cosechemos tanto porque aunque hemos podido regar, el guisante necesita frío y agua de lluvia. Calculamos que nos quedaremos al 80% de la cosecha del año pasado", ha añadido en declaraciones a la ACN. Con toda la producción ya vendida, Mora explica que no pueden incrementarla "porque tienen la tierra que tienen y necesita descansar".

A pesar de la ligera caída de la producción, Joan Mora reconoce que "no se pueden quejar" y que tendrán una buena temporada de guisantes. En este sentido, reconoce que el cambio climático es cada vez más evidente y que las cosechas se verán cada vez más afectadas por el aumento de las temperaturas y la falta de lluvias. "Estamos sometidos a la climatología y nos tendremos que adaptar como siempre han hecho los agricultores", ha añadido.

Mora deja claro que la calidad del producto será como siempre "excelente" y que la climatología adversa solo afectará a la caída de la producción. Las lluvias de las últimas semanas, añade, no han llegado a tiempo para evitar que la planta haya crecido menos y haya tenido menos flor.

Como es habitual, los tres productores de guisante lágrima de Sant Andreu de Llavaneres, la llamada "perla verde", ya tienen vendida toda la cosecha. "La suerte que tenemos es que todo lo que cosechamos ya está vendido. En casa tenemos lista de espera, y a medida que cosechamos vamos repartiendo por orden de pedido", señala satisfecho Mora.

A pesar de la alta demanda, los productores rechazan incrementar la producción porque eso afectaría a su calidad. Joan Mora explica que actualmente se cultivan unas 5 hectáreas en el municipio y que "eso da lo que da". Uno de los impedimentos para plantar más guisantes es que cada dos años los campos deben descansar un mínimo de un año y eso les obliga "a jugar con la tierra que tienen y no hacer grandes producciones".

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