Caldes d'Estrac
Caldes d'Estrac

Cugat Comas

Caldes de Estrac y el tesoro que viene de bajo tierra

El frasco más pequeño de las 3 Villas, Caldes de Estrac, tiene el tesoro de unas aguas termales y medicinales que lo han convertido en un paraje escogido a lo largo de los siglos

Dicen que al frasco pequeño hay la buena confitura y, ciertamente, a las 3 Viles tenemos un buen ejemplo del que supone el dicho. Caldes de Estrac ha marcado su historia con el legado de las aguas termales. Su proximidad en la playa y la presencia del balneario han hecho de esta villa un punto de referencia en el ámbito de los tratamientos medicinales. Las propiedades curatives de las aguas termales que salen de miles de metros bajo tierra han sido reconocidas desde hace siglos, y a día de hoy, estas aguas continúan siendo un recurso preciado para los visitantes.

Sin embargo, el patrimonio de Caldes de Estrac no se limita únicamente a sus aguas termales. Quién visita esta localidad puede disfrutar de una riqueza arquitectónica notable. El Paseo de los Ingleses, que se extiende al lado del mar, está flanqueado por casas de estilo modernista y noucentista, así como por la Casa Ugalde, una obra del arquitecto Coderch que ha sido declarada Bien Cultural de Interés Nacional. Otro tesoro artístico de Caldes de Estrac es la Fundació Palau i Fabre, que acoge una valiosa colección de obras de Picasso procedentes del fondo artístico de Josep Palau i Fabre. Este museo es un lugar de inspiración artística donde se pueden admirar las creaciones de pintores catalanes y disfrutar de una auténtica inmersión cultural. Entre algunos de los frutos que ha generado el particular ecosistema de la Fundación hay el festival Poesia i + que, desde Caldetes, se ha extendido por prácticamente toda la comarca aconteciendo un acontecimiento que vehicula el primer tramo de verano a nivel de toda la comarca con la poesía y el arte como tractores.

Las actividades a Caldes de Estrac son diversas y atractivas para todos los gustos. Desde los balnearios y centros de aguas termales hasta las paseadas comentadas por el Parque de Can Muntanyà , un espacio natural que esconde la torre de los Encantados y su historia.

La población de Caldes de Estrac es modesta pero esto no le resta encanto. 3.148 habitantes el 2022 pueden parecer pocos en el cómputo general del Maresme pero respeto la Caldes de Estrac que vio nacer la publicación 3 Villas parecen épocas muy diferentes. El 1994 había 1.475 caldencs. Y hace 15 años 1.859. Va creciendo, Caldetes, que además ha visto como el efecto dispersión de muchos barceloneses ha convertido las antiguas torres o casetas de segunda residencia en el lugar donde quieren quedarse a vivir bien todos los meses del año y cada día de la semana. El municipio se encuentra situado a la desembocadura de la riera de Caldetes, en un entorno natural con un clima mediterráneo que ofrece veranos frescos e inviernos moderados.

El turismo ha acontecido la principal fuente de riqueza de Caldes de Estrac, especialmente después de la desaparición de la industria tradicional y la disminución del sector de la construcción.

La historia de Caldes de Estrac remonta a los tiempos de los romanos, que ya denominaban este lugar Aquae Calidae debido a sus fuentes termales. También los árabes dejaron su impronta en la zona. No fue hasta el siglo XVIII que Caldes se convirtió en un municipio independiente.

Caldes de Estrac fue un centro de veraneo muy prestigioso durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX. Fue el destino preferido de la aristocracia barcelonesa, donde pasaron sus veranos muchas personalidades ilustres, como por ejemplo Apelas Maestras, Jacinto Verdaguer y Joan Maragall. El paisaje, la medida pequeña y la calidad de las aguas ha sido siempre la tónica del poder de atracción del pueblo.

La perla verde

La Pesolada (el guisante es la perla verde de las 3 Viles) y las jornadas gastronómicas de las 'mongetes del ganxet' son acontecimientos culinarios que destacan en el calendario local. Caldes de Estrac mantiene viva su rica historia y su legado termal, ofreciendo una experiencia única a sus visitantes y residentes, que cada vez son más. Un pequeño tesoro a la costa catalana que invita a descubrir su encanto y sus aguas termales, un regalo de la natura que perdura en el tiempo.

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