El caldenc Ángel R. Larrosa publica "Sembrados de Carroña"

Una historia que se escribe en minúsculas o que, directamente, no sale en los libros. "Sembrados de Carroña", del escritor Ángel R. Larrosa, es un novela que sitúa su acción a la batalla de Herrera de los Navarros, a la Primera Guerra Carlina, y que hace referencia a los episodios de canibalismo que se produjeron a Beseit entre los prisioneros Isabelinos de aquel conflicto bélico. Larrosa, que vive a Caldes de Estrac desde hace unos años, nació a Andorra (Teruel): "El canibalismo que pasó allá, en la Franja, me tocaba de cerca. Eran los paisajes de mi niñez, de mis veranos. Cuando lo descubrí me va sobtar mucho, me llamó la atención."

10.000 prisioneros isabelinos, que perdieron la batalla, fueron tratados con gran crueldad: "Descubrí que esperaban que muriera el compañero por, literalmente, comérselo. Fue terrible y ha caído en el olvido. He querido recuperar la memoria de un hecho tan truculent".

Cuando tuvo tiempo, Larrosa se posó. Se sumergió en la historia con pasión y dedicación: "Hacía tiempo que quería escribir la novela, pero no lo pude hacer hasta que me quedé sin trabajo. Entonces alquilé piso donde nací, a Andorra, y desde allá empecé a recorrer los pueblos de la zona. Investigué sobre carlismos y nacionalismos españoles, y encontré el diario de uno de los prisioneros que explicaba aquello que pasó. Fue la guía para escribir la novela. También encontré el libro de un príncipe prusiano". El escritor se refiere al cronista Félix Lichnowski, que a lo largo de la historia vive una relación de amor-odio con el periodista inglés Charles Lewis Gruneisen, a quien históricamente se lo podría considerar cómo el primer reportero de guerra que se adscribió a un ejército.

Larrosa explica que 'la historia en mayúsculas' habla de generales, reyes y tácticas militares. En cambio, a la hora de escribir la novela se ha querido fijar en 'la historia en minúsculas': "La gente que sufre y se encuentra a la guerra, una guerra no deseada ni querida. Lo han inventado otros y ellos se encuentran. En el libro hablo de la Cesárea, la mujer de uno de los prisioneros que decide ir a buscarlo, y de un grupo de prostitutas que junto con un cura carlí intentan protegerla y ayudarla".

El amor, el honor, la justicia, la amistad, la camaraderia, la legalidad... toda verdad se posa en entredicho en esta España caïnita de principios del siglo XIX, y lo hace en un episodio histórico en el cual se enfrentaron la modernidad y la tradición, aquello rural y aquello urbano, la industria y la manufactura, y que costó, en proporción a la población del momento, más vidas que la Guerra Civil.

Ya tiene escrita la segunda

Ángel R. Larrosa, que hasta ahora se había dedicado sobre todo a los relatos, ya tiene escrita la segunda novela: "Hablo de un hecho que nos toca más de cerca. Centro la acción en los años que Caldes de Estrac se convirtió en sede de consulados y embajadas durante la Guerra Civil". El escritor, maresmenc de adopción, tiene la novela al cajón mientras espera encontrar la editorial para poderla publicar cómo ya ha hecho con "Sembrados de Carroña" (editorial Adarve).