Y el agua, de donde vendrá?

El agua ya no nos cae del cielo, como dice el reciente eslogan de la Generalitat. Las lluvias son prácticamente inexistentes desde hace muchos meses, Cataluña sufre la peor sequía de su historia desde que hay registros en este ámbito y, este pasado día 1 de febrero, se ha decretado la entrada en fase de emergencia. Los ciudadanos lo sufren con restricciones severas, que afectarán sobre todo a los usos agrícolas, industriales y de riego y limpieza urbana, así como a los equipamientos deportivos y de ocio. En el Maresme, la falta continuada de lluvias puede tener afectaciones especialmente importantes; un informe de la Diputación destaca la comarca por su elevado riesgo de vulnerabilidad por la reducción de la disponibilidad de agua para el abastecimiento, la disponibilidad de acuíferos y la afectación que puede tener sobre sectores económicos estratégicos para el país como la agricultura o el turismo.

Hay que garantizar el mantenimiento de los acuíferos de la comarca y conseguir agua generada de las depuradoras

Con unos embalses moribundos por la falta de lluvias, la cual no se prevé que se revierta a corto plazo, la comarca lucha por alcanzar recursos hídricos propios. Estos pueden provenir tanto de sus acuíferos, algunos de los cuales están en peligro serio de desaparición, como del agua regenerada, una opción de futuro imprescindible que, a pesar del éxito de las pruebas piloto, aún está en las primeras etapas de implementación. Una verdadera carrera contra el tiempo, ya que se necesitan soluciones y avances urgentes o la comarca quedará literalmente seca.

La Depuradora de Mataró presentó el mes pasado un proyecto pionero en Cataluña. Se trata de una planta para regenerar y por lo tanto reutilizar el agua residual que hasta ahora, una vez depurada en sus instalaciones, se desaprovechaba porque se acababa vertiendo al mar. El Mediterráneo es el destino de hasta 24 hm3 de agua (unos 24.000 millones de litros) que generan anualmente la suma de las tres principales depuradoras existentes en el Maresme, situadas en El Masnou, Mataró y Pineda (la comarca cuenta con un total de 11 estaciones de saneamiento de aguas residuales, entre primarias y secundarias). El objetivo es que este recurso no se pierda, algo que es un auténtico pecado en un momento de extrema sequía como el que sufre Cataluña, en el que es necesario aprovechar toda el agua posible. Esta planta piloto de agua regenerada proporciona un tratamiento adicional al agua ya depurada para hacerla apta para usos como el agrícola, industrial o de limpieza y riego urbanos.

Ante una situación tan complicada derivada de la emergencia por sequía, es más importante que nunca aprovechar toda el agua existente, y la de las depuradoras es una fuente vital en este sentido. La nueva instalación de la Depuradora de Mataró, promovida por el Consejo Comarcal del Maresme en cofinanciación con la Agencia Catalana del Agua (ACA), debe ser un paso importante en este sentido, y si funciona tal como se espera, se extenderá por toda la comarca y también por el país.

¿Cómo funciona la nueva planta? Se aplica un tratamiento adicional al agua que sale de la depuradora, lo que permite que se le puedan dar diferentes usos, como el riego agrícola, la limpieza industrial, la limpieza de calles o el riego de árboles en la vía pública, entre otros. Por ahora, la planta, en su forma piloto que es un contenedor de dimensiones reducidas, tiene capacidad para generar 50 metros cúbicos de agua al día. En una segunda fase pasará a los 120, y en el futuro, tras una inversión de 3 millones de euros, deberá ser capaz de generar 5000 metros cúbicos de agua aprovechable para estos y otros usos.

Desde el Consejo Comarcal reconocen que el proyecto llega "tarde" porque las necesidades hídricas son muy urgentes en la comarca

El sistema, por el momento, solo permite que el agua regenerada de la depuradora se aproveche mediante su transporte con camiones y cubos hacia el punto de destino de uso. Es decir, si Mataró quiere utilizarla para regar, el agua debe ser transportada en vehículo desde la Depuradora hasta el punto donde se quiera utilizar. A más largo plazo, con el desarrollo de nuevas fases, será necesario diseñar todo un nuevo sistema de abastecimiento de agua regenerada, para que este proceso tan primario de transporte del recurso hídrico pueda quedar atrás. En el futuro, cuando instalaciones similares se implementen en otras depuradoras, también se quiere inyectar el agua regenerada directamente a acuíferos como el de la Tordera, desde la de Pineda.

El presidente del Consejo Comarcal del Maresme, Francesc Alemany, reconoció que el proyecto "llega tarde" teniendo en cuenta que las necesidades hídricas son muy urgentes, pero aseguró que se ha trabajado mucho durante los años previos para lograr la innovación tecnológica necesaria para poder regenerar el agua y que pueda volver a utilizarse. Alemany destacó el carácter "pionero" del Maresme en este ámbito, así como la necesidad de ser "lo más eficientes posibles con el agua que disponemos".

El Consejero de Acción Climática, David Mascort, también señaló la necesidad "de aprovechar al máximo toda el agua que tenemos", ante el hecho de que el cambio climático y sus efectos como los periodos extensos de sequía "nos obliguen a hacer avances inmediatos". Mascort destacó el trabajo que está haciendo el Maresme para "aprovechar todo el ciclo del agua" con diferentes iniciativas más allá de estas nuevas instalaciones en la depuradora.

El Consejo Comarcal es, desde hace 30 años, el encargado de controlar el abastecimiento de agua del Maresme Norte. Desde la Planta potabilizadora de Palafolls, que se abastece de los pozos y acuíferos de la Tordera, se suministran un total de 11 poblaciones: Palafolls, Malgrat de Mar, Santa Susanna, Pineda de Mar, Calella, Sant Pol de Mar, Sant Cebrià de Vallalta, Canet de Mar, Sant Iscle de Vallalta, Arenys de Mar y Arenys de Munt. El resto de municipios de la comarca se alimentan del ente de abastecimiento de Aguas Ter Llobregat (los embalses del cual se encuentran en mínimos históricos debido a la sequía), aunque también disponen de fuentes de captación propia, como ocurre en Mataró con el acuífero de la Riera d'Argentona.

Tal como ya apuntó el presidente del Consejo Comarcal, Francesc Alemany, en el acto inaugural de la planta regeneradora de la Depuradora de Mataró, en el futuro el agua recuperada que surja de esta y otras instalaciones similares debe poder destinarse, además de otros usos, a recargar estos acuíferos del Maresme, especialmente el de la Tordera, que está sobreexplotado ya que alimenta zonas industriales, agrícolas y de uso turístico intensivo como el Maresme norte y el sur de la Selva. El Plan Director de agua regenerada que está redactando el Consejo apuntará que este nuevo recurso hídrico tenga como destino prioritario este acuífero. "El principal objetivo es evitar su salinización", explica Jordi Bonet, técnico de saneamiento y cambio climático del Consejo..

La sequía ha hecho que el caudal de la Tordera sea cada vez menor (en superficie es casi un río seco) y esto hace que el agua del mar no encuentre ninguna barrera para adentrarse, lo cual sería catastrófico ya que lo haría prácticamente irrecuperable, y "desastroso" para la zona que abastece, según Bonet. El Maresme norte (de Arenys hacia arriba) y el sur de La Selva (Blanes y Lloret) dependen en gran parte para alimentar tanto el agua en boca de los hogares de una zona de alta densidad de población, como la que se utiliza tanto en el Espacio Agrario de la Baja Tordera (una de las zonas agrícolas más importantes del país) como en todo el sector turístico de este tramo de la costa (que por sí solo genera el 4% del PIB del país), sin olvidar polígonos con industrias muy importantes en el sector químico, farmacéutico o textil y que hacen un uso intensivo de recursos hídricos.

"Si podemos inyectar agua regenerada de la depuradora al acuífero, garantizaremos un comportamiento natural del río"

Desde el Consejo Comarcal señalan que la Depuradora del Alto Maresme genera actualmente entre 5 y 6 hm3 anuales de agua depurada que se vierte al mar. Cuando se instale una planta regeneradora como la que hay ahora en la de Mataró, este agua se podrá tratar y, una vez potabilizada, bombearla de nuevo a la cuenca de la Tordera y así inyectarla a su acuífero. "De esta manera garantizaremos un comportamiento más natural del río, clave tanto para la supervivencia de los sectores económicos como del ecosistema de su entorno", destaca Bonet.

"Si solo dispusiéramos de agua de la desalinizadora, la factura se multiplicaría notablemente"

El objetivo, en definitiva, es dejar de depender exclusivamente del régimen de precipitaciones, cada vez más escaso y sin visos de mejora por los efectos del cambio climático. "Se trata de actuar en el sistema natural de obtención de agua para hacerlo más eficiente", señala Alemany. Dotar de una segunda vida al agua residual que ahora vertemos al mar es clave para regenerar las fuentes de donde obtenemos nuestros recursos hídricos y a la vez evitar su sobreexplotación.