Los trastornos alimentarios se han agravado con el confinamiento

El confinamiento por coronavirus ha supuesto un reto para muchas personas con problemas o trastornos psicológicos previos a la situación. La ansiedad, el aislamiento social y las complicaciones para pedir ayuda o apoyo, han provocado que muchos jóvenes- y no tan jóvenes- hayan caído en un problema de trastorno alimentario y/o hayan agravado su situación. Muchos pacientes han visto agudizados algunos de los síntomas asociados a la enfermedad, como es el caso del pensamiento obsesivo.

Otro factor a tener en cuenta es que el hecho de no poder salir prácticamente del domicilio ha dado pie al consumo excesivo de internet. Las redes sociales tienen un gran poder de influencia, especialmente entre los más jóvenes y las personas más vulnerables. El ideal de belleza y perfección de vida que se expone a los perfiles de influencers y famosos puede potenciar la tendencia a caer en un trastorno alimentario. "Las primeras semanas fueron las más difíciles. Entre mi problema alimentario, sufro anorexia desde hace más de un año, el hecho de no poder salir de casa, las clases online... A principios de marzo estaba bastante animada y tenía bastante controlado mi problema pero con todo esto he hecho un gran paso atrás y he vuelto a recaer. Mis padres lo detectaron rápidamente, comía muy poco y hacía como mínimo cuatro clases online de ejercicio que hacían en directo algunas influencers a Instagram", explica Eva, una mataronina de 19 años. Detalla que el apoyo psicológico y especializado en trastornos alimentarios que empezó a recibir después de estas primeras semanas ha sido fundamental para no caer "en una espiral sin salida que ya viví un año atrás".

Pero también se ha dado el caso de aquellos pacientes que ya estaban en tratamiento y que gracias al apoyo online a través de profesionales y la supervisión adecuada de un adulto a casa, han podido avanzar en su recuperación.

Estos problemas no desaparecen con la desescalda y el retorno gradual a la normalidad. Los expertos alertan que hay que detectar y ayudar aquellas personas que han desarrollado o potenciado un trastorno de la conducta alimentaría durante estos últimos meses. Estos trastornos son enfermedades psicológicas muy graves que necesitan un tratamiento y seguimiento a través de especialistas en este sector.