Los mil euros y la formación profesional

El otro día coincidieron, en diferentes medios de comunicación escritos, una entrevista y una noticia referidas a los dos secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios de Cataluña. El uno hablaba de los mil euros como salario mínimo exigible y el otro, que era en Joan Coscubiela, sobre la importancia estratégica de la formación profesional. Con la lectura de los dos textos, por poco que se se fije, quedan reflejadas dos maneras de hacer sindicalismo, dos maneras de ser sindicado. He sentido hablar, desde hace años, de la unidad sindical y también de la unidad de acción sindical. El segundo concepto, que dos proyectos sindicales diferenciados se pongan de acuerdo en unos principios básicos a la hora de hacer acción sindical, sin duda es beneficioso para el conjunto de las personas trabajadoras. Por el contrario, la unidad sindical, la confluencia en una sola organización sindical, la veo cada día más lejos. No es una cuestión de voluntad, es más una cuestión de prácticas sindicales y, más allá, de proyecto.

A los observadores, e incluso a las personas que tienen cierta relación con los sindicatos, los puede parecer que los dos sindicatos dicen y hacen el mismo. Os puedo asegurar que nunca ha sido así y ahora tampoco. Un proyecto sindical se construye con el trabajo, con la acción sindical de cada día, en las empresas, en los centros de trabajo, en la negociación colectiva, acumulando experiencias a lo largo de los años, creando afectividades y lealtades entre las personas... En definitiva, haciendo organización, que al fin y al cabo es el que es un sindicato.

Si tuviera que definir mi sindicato con dos o tres palabras no me costaría mucho hacerlo: previsible, lucha e independencia. Previsible, que quiere decir que los que tienes delante, normalmente los empresarios, individuales o bien organizados, saben cuáles serán las propuestas y también las respuestas del sindicato. Lucha, que viene de lejos, y que ha hecho de CCOO la fuerza sindical de referencia en Cataluña y en España. Independencia, una palabra que en un país todavía bajo el síndrome de la antipolítica —cuántas expresiones sobre la negativitat de la política tenemos que escuchar a la cabeza del día!— suena a “no política”. El sindicato no es independiente en este sentido, nosotros no somos indiferentes en las cuestiones de la política. Cuando hablamos de independencia lo hacemos desde el convencimiento que nuestro proyecto sindical es nuestro, de los trabajadores y las trabajadoras, en toda su diversidad, pero sólo nuestro. Somos independientes de la patronal, de los poderes económicos y mediáticos, de las administraciones y de los grupos políticos.

Estas características del sindicato, y sin duda otros, nos definen y nos diferencian otras opciones sindicales y forman parte de nuestra génesis. En el sindicato sabemos que esta previsibilitat, que podríamos traducir por rigor, seriosidad y profesionalidad, y el espíritu de lucha de nuestros delegados y afiliados, nos han hecho ganar el respecto de la gente trabajadora pero también de los que se sitúan al otro lado de la mesa: la patronal y la Administración. Otras opciones sindicales no juegan a ser un sindicato que se debe de sólo a los trabajadores. Quieren seguir siendo de la “familia de” y continuamente flirtean con los que están situados al otro lado de la mesa. Sería bueno por el movimiento sindical que también estas fuerzas sindicales avanzaran por los caminos de la autonomía y la independencia sindical. Se ganarían el respecto de los trabajadores y las trabajadoras, también del mundo empresarial, y muy probablemente haríamos camino, con la unidad de acción sindical, cabe la unidad sindical. Ahora bien, hoy por hoy y al parecer, la cosa va por largo.

Una última cuestión, los mil euros, como siempre se ha hecho en el sindicalismo, los tenemos que trabajar convenio detrás convenio, no en la prensa. Y seguro que con un 2,7% de incremento salarial no llegaremos nunca. Lo digo, por si no estáis al caso, por el preacuerdo, en el cual no estamos de acuerdo, del sector de la hostelería. Cómo se llega a los mil euros desde el setecientos euros y pico, con un 2,7% cada año? Cuando se llegue, alguien dirá, muy probablemente a la prensa, que ya son necesarios dos mil euros. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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