Capgròs
Nacida en Aquisgrán (Alemania), Elisa Schaar vive en Caldes de Estrac desde el año 2006. El artista ha conseguido hacer de la pintura su estilo de vida, su vía de expresión personal. Durante gran parte de su trayectoria el arte se mantuvo en segundo plano, hasta que decidió que tenía que tomar todo el protagonismo. La decisión de dedicarse plenamente a la pintura está dando sus frutos. Schaar acumula un extenso currículum expositivo que ampliará desde el cercano 1 de septiembre con una muestra al Espacio Renacuajo.
Jueves 1, a las 19.30h en el Espacio Renacuajo (c/ St. Benet, 16-18), inauguración
Schaar es especialista en los acrílicos sobre tela, utilizando herramientas como la espátula o las albañiles. Sus cuadros desarrollan un diálogo entre colores, figuras y estructuras. Obras de cariz abstracto con una dinámica interna muy pronunciada, que van más allá del arte figurativo, de las palabras y las imágenes concretas. Algo que se ve pronunciado en esta exposición en el Espacio Renacuajo, basada en la serie "Huellas volátiles". Una serie de cuadros caracterizados por la ligereza, los momentos efímeros, la magia y la fugacidad. Obras donde la sutileza y la vigorositat, conceptos aparentemente antagónicos, consiguen darse la mano.
"Pinto aquello que puedo sentir a la piel y el que llega al alma, y esto sólo lo puedo expresar de forma abstracta", explica la artista alemana afincada en el Maresme, que considera que un cuadro es "como una composición musical, que provoca asociaciones y estados de ánimo, que evoca percepciones y recuerdos". Una percepción que depende siempre de cada espectador, que lo vive como experiencia individual y diferente a la del resto. "Una pintura es una oferta, una invitación, una creación fuera del mundo de las palabras", resuelve Schaar.
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