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V. B.

L’Escapada a Negra Noche, uno de los correfocs más seguros de Cataluña

El dispositivo de seguridad del acto,que presenta muchos factores de riesgo, es considerado un referente en todo el país

El acto que comporta más riesgos de la Noche Loca es, evidentemente, la Escapada a Negra Noche, el grande correfoc de la Fiesta Mayor. Creada en 1983, cinco años más tarde se vivió un grave accidente cuando se encendió la saca con pirotecnia que traía una de las diablesas. Desde entonces el planteamiento del acto ha dado la vuelta como un calcetín, pasando de un peligroso amateurismo a un control exhaustivo de prácticamente cada detalle. Hoy, de hecho, está considerado uno de los correfocs más seguros de Cataluña, tal y cómo apuntan desde el consistorio. Se cambió el recorrido para evitar el paso por calles estrechas (el accidente tuvo lugar a la esquina entre calle de la Palma y Bajada de Santo Simó, viales que hoy se evitan); se empezó a pedir expresamente a los vecinos que no tiren agua a pesar de que la gente lo pida (el estreno de la Rociada el 1989, al año siguiente, no es baladí) porque provoca resbalones con el tierra mojado y porque derrocha la pirotecnia; y las diablesas pasaron a traer sacas mucho más pequeñas.

Este último hecho ha comportado que se hayan tenido que multiplicar los puntos de carga de pirotecnia (hay que tener en cuenta que el año pasado se explosionaron unos 240 kilos). Hay un total de siete repartidos por el recorrido del correfoc, y se extreman las medidas de seguridad porque son especialmente delicados. Los conforman camionetas especialmente homologadas para transportar pirotecnia, rodeadas de vallas con rafia (una tela ignífuga) y un vigilante de seguridad que sólo deja pasar el personal autorizado, y vigila que ningún diablo lo haga con una mecha encendida. Hasta el 1988, esta tarea iba a cargo de amigos y familiares de las diablesas, sin ningún tipo de control. 

También contribuye a mejorar la seguridad la gestión de las instal•lacions fijas de pirotecnia, un total de 10 en el recorrido (la más potente de las cuales al final, a la plaza del Ayuntamiento). Además de contribuir al espectáculo con grandes rociadas de fuego, sirven para regular el flujo de gente: si los asistentes del correfoc se separan demasiado, las cascadas ayudan a compactarlos porque atraen la gente hacia ellas.

Antes del inicio del acto se repasa el recorrido hasta tres veces para controlar que todo esté en orden, en busca de posibles obstáculos (obras, testos, basura) y puntos críticos. El responsable de cada pandilla participando se identifica con un brazalete. En caso de urgencia, uno de los miembros de los Equipos de Apoyo lleva una bengala verde (el único elemento de pirotecnia de este color en todo el correfoc para no generar ninguna confusión) que cuando se enciende implica que todas las pandillas tienen que apagar sus fuegos.

Los riesgos siempre están
La Escapada a Negra Noche sufre, en materia de seguridad, un handicap respecto a los otros grandes correfocs catalanes: es el único que empieza tan tarde, a la 1.30h de la madrugada. Esto le da un carácter único, pero también hace que el porcentaje de participantes bebidos o intoxicados sea muy mayor. Por eso, todas las medidas de seguridad son bienvenidas. Todo ello se trabaja durante el año a la Comisión de Fuego, integrada por técnicos de cultura, representantes de las pandillas de fuego y miembros de los equipos de apoyo. Al final, el criterio es muy simple: llevar a cabo el acto con la máxima seguridad posible, teniendo en cuenta que los riesgos implícitos en todo acto de fuego siempre estarán y que, si bien un accidente siempre se puede producir, como mínimo se puede controlar su severidad, porque sea lo menos grave posible.

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