portada DAGRECO
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Galería de Santes: las mejores imágenes de la jornada del 26

La Tarde Guillada, con el Centro desbordado de familias siguiendo todo el ritual festivo, el más destacado de la vigilia del día grande

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El 26 de julio, dentro de la secuencia del día de Las Santas, es una jornada con un cierto complexe de los días precedente y posterior. Venimos del gran estallido del 25, con el Llamamiento y la Noche Loca y el día siguiente es la fiesta principal, el día de las patronas. Enmedio, el 26 tiene entidad propia sobre todo alrededor de los niños. Las muchas familias que se suman por la tarde Guillada son las protagonistas de la réplica en versión accesible por edades cortas del mismo ritual de la Nit Boja.

El 26, pero, empieza con forma de la repicada más importante del año al campanario de Santa Maria. Es la Barram y repicada, más de media hora de cercar campanas y de disparar morterets que empiezan con una secuencia de batalladas de las tres campanas gordas del cloquer con el tritlleig de base de las otras dos, que llevan el nombre de las patronas. La Barram es uno de aquellos rituales que mucha gente no se quiere perder, que llena la Plaza de Santa Maria de los que quieren ser y que arriba del campanario este año tuvo, cómo tantos otras actas cómo la Crida, un sentido añadido de recuerdo y añoranza de Lluís Hugas, campanero mayor.

Los geganters subieron arriba del campanario los ramos con los que la Giganta y la Toneta habían lucido la noche anterior al Desvetllament Bellugós y los campaneros añadieron un ramo propio, con una fotografía de Lluís. Pequeños detalles que hacen más humana la fiesta.

Tarde Guillada masiva

El más granado de la jornada, ya se ha dicho, viene con forma por la tarde Guillada. Primero el De parranda! y después el Correguspira volvieron a evidenciar la fórmula ganadora de esta tarde que es escuela, vivero y escaparate de fiesta todo a la vez. La muchedumbre de familias muy protegidas del fuego danzando bajo chispas de las pandillas infantiles y las siempre amables expresiones de joya, espant, emoción o desorientación de los niños volvieron a ser una de las mejores imágenes de la Fiesta Mayor.

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