Galería de Santes: las mejores imágenes de la diada del 27

De los voladores de las Madrugadas a los Fuegos, abajo a mar, disparados por la Pirotecnia Tomás. Se puede decir que el 27 de julio a Mataró es un día guiado por los petardos y cohetes, que funciona a golpe de estrépito, de explosiones que informan y resaltan que no es un día cualquiera sino el más distinguido de todos.

Las Matinades, el despertador rupestre y explosivo que de los extremos hasta el coro de la ciudad hace partícipe el personal que es el día grande de la Fiesta Mayor reprodujeron de forma fidedigna su ritual de toque propio mientras se hace camino, llegar a las tablas, que se coma, se interprete un toque dedicado y se siga yendo hacia Santa Maria. En su punto de las nueve todos los recorridos ya habían convergido en la plaza de ante la Basílica. Toque de Oficio. Esto va "de debò".

La mañana vio la Anada a Ofixci, el Oficio con la Misa, el retorno, todo.

Y por la tarde la Passada mostró todavía más la amplia nómina de figuras con la versión ampliada del séquito.

Todo iba subiendo de temperatura (todo y la lluvia) esperando el estallido nocturno. Primero los Fuegos, otra exhibición de colores y ritmo de la Pirotecnia Tomás y después el concierto interruptus de los The Tyets, un éxito desbordante de miles de personas (dicen que 40.000) que va literalmente colapsar un trozo de playa insuficiente y que encima vio cómo al final había Rociada pero no la querida. Una hora estuvo parado el concierto hasta que se retomó, con un tercio de los asistentes.