Encontrar piso, el gran dolor de cabeza

Si se está actualmente o se ha sido hace poco en situación de tener que buscar piso o de cambiar de casa aquí al Maresme es probable que, al comentarlo, los amigos o la familia te hayan animado talmente cómo si te estuvieran dando el pésame. Y no es paso casual que sea así: el acceso a la vivienda siempre había sido un dolor de cabeza pero ahora causa auténticas migrañas a quienes se encuentra. El mercado tiene poca oferta, los precios solo hacen que subir, hay demandantes crónicos, prisas, oportunidades que duran minutos y muchísima gente que por causas muy diversas queda sistemáticamente apartada, sin posibilidad de encontrar. A veces sin ni aliento para buscar.

La carencia de oferta sigue siendo la clave de la situación

Puede parecer una exageración, pero por poca gente que se conozca con voluntad o experiencia de traslado, cada caso es probable que corrobore la sensación. Y no es solo una percepción ciudadana. Un estudio del ámbito de la región metropolitana acaba de radiografiar el Maresme cómo la comarca dónde en cuestión de cinco años más ha crecido la percepción de dificultad en el acceso a la vivienda.

Hay los estudios y también hay los profesionales del sector o los poderes que intervienen. Detrás de la situación hay una evidente ineficiencia del mercado inmobiliario, que hace que en segmentos cómo el de alquiler el precio solo haga que subir, que la oferta esté contraída (y aquí las causas y posibles soluciones distan mucho según quién las proyecte) y que la impotencia del sector público para incidir en este ámbito sea episòdicament evidente. Hay medidas que se aprueban por unos poderes y se critican por unos profesionales y otros que parece que estén vigentes pero brillan por su ausencia. Entremedias, vecinos, propietarios, inmobiliarias o administraciones mantienen lícitas diferencias sobre el por qué pasa el que pasa y pocos acuerdos sobre cómo solucionarlo. No hay poción mágica al respeto.

Cada vez cuesta más encontrar piso y es una realidad común con expresiones diferentes según municipio, barrio o clase. En algunos de los casos, además, la carencia de oferta se mezcla (el huevo o la gallina) con problemáticas cómo las ocupaciones y la carencia de alquiler accesible. Todo ello es un cóctel complicado que, cuando te toca buscar piso, resulta especialmente indigest.

Las personas que se ven abocadas a entrar al laberinto de buscar piso tienen casuísticas lógicamente diferentes pero se suelen encontrar los mismos espacios y ángulos muertos en este. Hablar con quien ha buscado o está buscando piso sirve para hacerse en la idea del que supone el dolor de cabeza, más grave en unos casos que en otros y de diferente paliativo también dependiente de la situación actual o anterior a la busca. Por ejemplo, la Sílvia Saiz, que es mataronina de toda la vida, asume después de muchos meses de busca que "si pronto no encuentro nada tendré que marchar de Mataró". Ella lleva más de medio año pero conoce gente con hasta dos años de investigación.

Lógicamente no todo el mundo busca el mismo pero por el contrario de los que piensan que solo las zonas más preciadas tienen requesta y los pisos y propiedades "quieren", se ha llegado a un punto en el que prácticamente ningún segmento de mercado tiene suficiente oferta. Ha habido elementos cómo la pandemia que han acelerado movimientos de Barcelona al Maresme. Y cuando se viene del mercado de la capital, la situación de Mataró no parece tan grave. Al menos es el que transmite el Aina, que hará dos años que se instaló a Mataró con su pareja y han tenido descendencia. "La pandemia nos hizo ver nuestro piso del Guinardó, de solo 50 metros cuadrados casi cómo una prisión y acabamos haciendo el razonamiento que si cada fin de semana marchábamos de Barcelona quizás es que no queríamos vivir. Al quedar embarazada tuve claro que no es donde quería que cresquessin mis hijos", nos explica.

Comparado con Barcelona, los precios de Mataró son bajos

El Aina escogió Mataró y explica que "desde fuera se ve una ciudad que todavía es pueblo, una ciudad de medida muy humana. Nos hemos integrado muy bien en el barrio, hemos reducido duraciones del transporte". Asegura que solo tardaron 3 o 4 meses pero que encontraron el que buscaban "y con buena relación calidad-precio". Esto su familia lo comparaba con "los precios desorbitados de Barcelona" y claro, un golpe hechos los 30 kilómetros y pico, el que por los mataronins puede parecer igual de exagerado por unos recién llegados se acerca al asequible. Percepciones, todo y siempre.

Ofertas de infra-viviendas

Volvemos a la Sílvia, la mataronina que no encuentra donde vivir. Una de las muchas. Ella se exclama del que ve y le ofrecen: "Ha habido una gran subida de precios y se hacen pasar por viviendas espacios que no son adecuados ni dignos, sin cédula de habitabilidad". Su investigación viene condicionada por el hecho de ser sola: "Yo no me puedo permitir pagar más de 500 euros y por este importe solo encuentras locales sin ducha; la cosa empieza a tener cara y ojos a partir de los 670 euros". Ella, además, no va sola, tiene un perro y aquí hay un aaltra dificultado añadida: "La gran mayoría de inmuebles no permiten mascotas y algunos no permiten fumadores". La Sílvia tiene ideas claras y cree que las causas de la situación tienen nombres y apellidos: "Si no hubieran tantos pisos de bancos vacíos, y se hubiera mantenido la ley catalana de regulación de los alquileres, habría más oferta al mercado con precios más razonables. Por lo tanto pienso que la solución sería acabar con la especulación", resuelve.

Precios altos y rehabilitación necesaria

Otra situación a la que se enfrentan quienes buscan casa o piso es que muchos golpes hay determinadas zonas en la cual la demanda es cómo si extendido estancada entre dos aguas: el una la de los precios altos y el otra la de la necesidad de rehabilitación que presentan muchas casas o promociones antiguas. El Helena, que busca casa con en Bernat, asegura que "agota bastante buscar casa y esto que nosotros no tenemos prisa para marchar del piso de alquiler donde estamos. Buscamos especialmente por la zona de Mataró Centre y el que hay son casas muy viejas que necesitan mucha rehabilitación (o echar en tierra y construir de cero), pisos donde más o menos puedes entrar a vivir pero muy antiguos (y que por lo tanto acabarán necesitando rehabilitación o lavado de cara) y la mayoría sin ascensor y sin ningún espacio exterior o mine balconets que te venden como terraza".

La percepción de la dificultad, pues, depende mucho las características del buscador, de sus capacidades, de la oferta que hay y de sí es compra (más oferta) que no alquiler. Pero la mayoría de personas tiene esta sensación laberíntica por la cual cruzar las variables y encontrar la salida en forma de nuevo piso a menudo responde a muchos adjetivos pero difícilmente al de asequible.

Aumento de precios

La subida de precios de la vivienda, tanto de compra cómo de alquiler, es obviamente una de las principales razones del aumento de la sensación que cuesta acceder a un piso, que es cada vez más inasequible. Sergio Porcel, ninguno del área de Cohesión Social y Urbana del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona (IERMB) asegura que hay efecto del alta demanda "pero el encarecimiento de precios responde a la mecánica de cómo funcionan los mecanismos de especulación inmobiliaria: al Maresme, una zona buscada y costera, hay unos precios determinados a la alza del valor de los inmuebles".

César Fernández, CEO de Procercasa, asegura que "hay una visión generalizada y falsa según la cual los precios los marca el promotor, que se enriquece trabajamos con unos márgenes muy rebajados".

Carencia de oferta de alquiler

Si el mercado de compraventa va tirando la vive-vivo, el laberinto de encontrar piso se hace tres golpes más sinuoso ante el mercado de alquiler. Faltan pisos de alquiler, mucha oferta. La carencia de viviendas destinadas a alquiler provoca un aumento de sus precios. Desde la Cámara de la propiedad Urbana aseguran que está estudiado que "los precios de los alquileres, generalmente muestran una reacción inversa al número de contratos realizados. Los precios han ido aumentando el 2022 del mismo modo que los contratos han bajado". 2022 ha ido a la baja, pues. Y las políticas de movilización o incentivo no parecen funcionar.

Situación económica general

La espiral inflacionista actual también juega en contra del acceso a la vivienda y aumenta el precio del disponible. César Fernández de Procercasa asegura que "el precio del suelo se ha encarecido y también el precio de la construcción: ahora estamos trabajando con precios que superan en 35 % el precio de años 2016 o 2017, sobre todo por el tema de materiales. Con este encarecimiento te ves obligado a reducir las superficies de las viviendas, para ajustarlas en los precios. Hay una capacidad de compra y te tienes que adaptar".

Metropolinització

Toda la región metropolitana vive un proceso de integración que hace que más de la mitad de la población viva en un municipio diferente de donde trabaja. Con esta situación, Sergio Porcel asegura que "las características de la comarca en la línea de mar, a la costa, hace que sea un territorio más valorado y que sea atractivo por la llegada de clases medianas. Muchos municipios sobre todo del Bajo Maresme están recibiendo mucha población de este tipo". Buena parte de estos nuevos maresmencs venden a buscar un tipo de vivienda muy concreta, con fácil acceso a transporte público o infraestructuras viarias con Barcelona".

El efecto Covid

El trance de la pandemia, con los confinamientos como elemento distorsionador, también tiene un buen papel. Sergio Porcel del IERMB, asegura que "intuimos que la pandemia ha afectado de dos maneras diferentes en los patrones residenciales: es uno de los factores que ha hecho incrementar más la movilidad residencial. Se han triplicado los cambios de vivienda y esto ha contribuido al incremento de precios. También han incrementado las ganas de cambiar de vivienda: el 30 % de la población quiere cambiar de casa en los próximos 5 años".

La cantidad de pisos vacíos

Hay gran dificultad de acceso a la vivienda pero las estimaciones de cantidad de pisos vacíos siempre son espectaculares. Con esto coincide todo el mundo pero la receta propuesta para "movilizar" estos pisos y que salgan a mercado (aumentando la oferta y buscando la bajada del precio) son muy diferentes. En el caso de la Cámara de la propiedad proponen "que se incentive a los propietarios/se a posar viviendas a disposición del mercado en lugar de penalizarlo, incluidos los promotores de viviendas".

Nuevas promociones muy concretas

Quien no tiene dificultad para acceder a la vivienda es el comprador que viene de fuera la comarca y que promotoras e inmobiliarias tienen muy definido. "El comprador que viene de fuera busca más estas alternativas como por ejemplo las promociones que se están haciendo alrededor del TecnoCampus, los interesa bastante más que no meterse en el casco urbano de Mataró, sea centre o barrios, buscan una oportunidad, proximidad en el mar que se valora mucho, por la gente de Barcelona, del Vallès, tenemos este gran privilegio", aseguran desde Procercasa.

El momento hipotecario

Un factor importante también es el actual momento hipotecario. Son tiempo de aumento del euríbor y de tipo de interés altos, hecho que está encareciendo muchas hipotecas. "El actual momento es de incertidumbre y vemos cómo las ventas se están retardando: la gente se lo mira mucho antes de lanzarse a hacer la compra. Nos hay que volver a encontrar un punto de equilibrio porque todos estos años de tipos de interés negativo o al 0 % tampoco eran normales", asegura César Fernández de Procercasa que ejemplifica que "con todas estas dificultades, el que se está trabajando es ajustando los metros cuadrados de superficie de las viviendas".

La situación legal

La Cámara de la propiedad Urbana es muy crítica con la legislación impositiva por los propietarios de viviendas destinadas a alquiler, la limitación del incremento del IPC al 2 % "muy por debajo del real" y critican "la desprotección total ante las ocupaciones ilegales de viviendas". Aseguran que muchas de las políticas aprobadas "han provocado una reacción 'dissuasiva' de los propietarios a posar viviendas en alquiler" y que por culpa de estas muchas viviendas del mercado de alquiler han pasado al mercado de compraventa.

El colapso de la Mesa de Emergencia

La carencia de vivienda social es otro de los factores clave. Medio centenar de familias solo de Mataró, por ejemplo, están pendientes de la adjudicación de una vivienda de emergencia, a pesar de contar con el informe precepctiu de la Generalitat. Una de ellas lleva seis años esperando, y hay más de una decena que hace al menos tres años que están en lista de espera. Todo ello se debe de al colapso que vive la Mesa de emergencia habitacional, el organismo de la Generalitat encargado de proporcionar estas alternativas habitacionals.