El Cartel de 2018, obra de Jordi Prat Pones Foto: Cedida
El Cartel de 2018, obra de Jordi Prat Pones Foto: Cedida

En Robafaves vuelve al cartel de Las Santas

El artista Jordi Prat Pons recupera el icónico gigante mataroní en forma de collage para el cartel de la Fiesta Mayor de 2018

Jordi Prat Pons es uno de los artistas mataronins –a pesar de que desde hace una veintena de años residente en Argentona- más reconocidos e internacionales. Extraño es que, hasta el 2018, no se le haya encargado el cartel de Las Santas, una suerte –o un trance, por la presión y el juicio popular que comporta- por el cual han pasado prácticamente todos los grandes creadores mataronins del mundo de las artes plásticas. "Al final, entre una cosa y la otra, he podido dedicado un mes", resuelve el artista, que normalmente necesita más tiempo para dar forma a sus obras a través de su complejo y originalíssim proceso creativo, basado en el volumen, las texturas y el color que le otorgan el papel como material primigenio de sus cuadros. "Pero bien es verdad que, quizás porque la experiencia es un grado, no he sufrido mucho", añade. Bregado en mil y un proyectos que lo han traído a exponer y vender en todo el mundo, el encargo del Cartel de Las Santas no le ha supuesto un gran dolor de cabeza.

Y esto que su primera idea –jugar con la bebida de Juliana, él que ha hecho de los envases, las bebidas y las marcas una de sus iconos recurrentes- finalmente no prosperó. Como alternativa optó por el gran icono de Las Santas, y seguramente de toda la ciudad. En Robafaves tendría que ser, a priori, un recurso demasiado trillado, pero en el cartel creado por Prat Pons acaba siendo el contrario. No tanto sólo porque hace más de treinta años que el gigante de la ciudad no es el protagonista del cartel –parece mentira, pero es así ,hay que remontarse al cartel de en Palo de 1986, si se deja de banda la mano de en Robafaves de Marc Prat, el 2007- sino porque la manera como Prat lo representa es totalmente original. El elemento que más llama la atención es que no tiene cara. "No he pintado porque no le hace falta", resuelve, simplemente, el artista. Todo el mundo en Mataró tiene en mente el rostro de en Robafaves, grabado a fuego. Y cuando se mira el cuadro durante un rato, poco a poco los disparos faciales del gigante acaban apareciendo en la mente de quien lo observa. "Es un gigante que es de todo el mundo y a la vez de nadie", explica el creador mataroní, que entiende que la manera como lo ha representado permite "que todo el mundo se lo haga suyo".

Jordi Prat durant la presentació del cartell. Foto: R.Gallofré

A primera vista, sobre todo si se ve el cartel reproducido y no la obra plástica original, no se puede apreciar del todo. Pero en la obra de Prat Pons no hay más de un 10% de pintura: la gran mayoría está confeccionada por papel de diferente tipo (carteles, papel de diario, lonas, anuncios ampliados), y también hay otros materiales, como por ejemplo arena de procedencia tan lejana y exótica como los bancos del ríe Nilo. Al estudio que tiene en casa suya, a los regazos de Burriac, el papel lo domina todo. Gran parte del tierra está ocupado por centenares de trozos de papel de todo tipo, edad y procedencia. "El más antiguo debe de tener unos 30 años, y el más reciente de hace unos seis meses". El hacinamiento no parece tener ninguna orden ni concierto, pero Prat Pons los organiza por colores, el elemento primordial a la hora de escogerlos para dar forma a sus creaciones. La malla de en Robafaves que cubre el cuello del gigante, por ejemplo, es reproducida, de forma realmente fiel, a través de la ampliación del tramado de un anuncio de coches. También es muy propio del trabajo de Prat Pons la manera cómo ha escrito Las Santas 2018 al cartel: con tipografía recortada de todas partes.

"En Robafaves es un gigante que es de todo el mundo y a la vez de nadie, que todo el mundo se puede hacer suyo"

El cartel que ha propuesto Prat Pons se inscribe perfectamente en su trayectoria como artista, es visible desde el primer momento que se trata de una obra suya, no ha renunciado en ningún momento a su estilo ni a su proceso creativo. Pero a pesar de no haber hecho concesiones, ha conseguido a la vez un cartel de trazo popular, icónico, identificable desde el primer segundo como algo 'Santero'. "Creo que tiene un punto juvenil y trencador, pero a la vez elementos tradicionales", explica. Pensando quizás en la recepción que tendrá entre los mataronins? "No me preocupa en exceso, no creo que genere una reacción más acentuada que en otros años, por qué lo tendría que hacer?" se pregunta, sin que parezca en exceso preocupado por el alud de comentarios que, como cada curso, conformarán uno de los temas de conversación preferidos de los mataronins. Aunque queden más de cuatro meses para el inicio de Las Santas

El color amarillo

Otro elemento muy llamativo del cartel es el color predominante, el amarillo del fondo. Un color que hoy en día no tiene nada, de neutro. Es el mismo que tiñe los lazos y bufandas que exhiben miles de catalanes cada día a sus solapas, paseando por las calles o yendo a trabajar, en solidaridad con los políticos y representantes sociales que se encuentran en prisión preventiva. Prat Pons, que no esconde su afiliación con el independentismo, dice aun así que la elección del color no tiene nada que ver con el hecho que sea tan simbólico actualmente. "Todo el mundo que conozca mi obra sabrá que es un color que empleo mucho, y también es el primero que me viene a la cabeza cuando pienso en verano y fiesta. Además, ningún otro habría quedado bien como fondo en este cartel", constata. En todo caso, Prat Pons desea que el simbolismo del amarillo "haya quedado tan sólo en un recuerdo" de cara en verano, esperanzado que Junqueras, Hornos y los 'Jordis' ya hayan podido salir de prisión por las fechas de celebración de Las Santas.

Del cartel a la camiseta y en el programa

paraules santes

Al contrario que otros pintores a quienes se hizo el encargo por la Fiesta Mayor en el pasado en el pasado, Prat Pons no se ha limitado tan sólo a hacer un cuadro que se traducirá en el cartel de Las Santas. También ha pensado en los futuros aplicativos, especialmente la camiseta y también el programa de actas. Empleando la misma técnica que a la tipografía del cartel, el artista ha composat varias frases y conceptos 100% santeros (por ejemplo, "No hay bastante") con letras recortadas de fuentes muy diversas. Su objetivo es que se puedan utilizar al dorsal de la prenda de ropa que cada año compran miles de mataronins, o como elemento para el resto del merchandising.

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