Capgròs
El próximo día 27 el tranvía número 4 celebrará los 75 años presentando un aspecto lamentable: el que queda es al Matadero y el convenio entre el técnico que tenía que repararlo, el ingeniero de Zaragoza José María Valero, y el Ayuntamiento se frustró porque las dos partes no llegaron a un acuerdo. El hecho es que el regidor de Servicios Municipales, Fermí Manchado, ya explicó en su momento que el coste para volver a hacer funcionar el tranvía, catorce millones de pesetas, era inasumible para el Ayuntamiento. Entonces la asociación Amigos del Tranvía fueron a buscar Valero, que tiene más de cincuenta tranvías restaurados, porque lo reparara. La condición que ponía es que el tranvía quedaría de su propiedad. El Ayuntamiento no estaba de acuerdo y a pesar de que se llegaron a mantener negociaciones formales, al final el convenio no se firmó. Según el presidente de Amigos del Tranvía, Joan Antoni González, el tranvía no está arreglado porque el Ayuntamiento quería imponer unas condiciones inaceptables el hecho que se quedara en Mataró. Además, siempre según González, el convenio daba un papel excesivamente responsable a la Asociación de Amigos del Tranvía. El presidente de la entidad ha explicado que el día 27 presentará su dimisión porque afirma no haber conseguido su objetivo: volver a dar vida al Gordo.
Tema de campaña
Curiosamente, el tema del tranvía ha tenido un cierto protagonismo durante la campaña electoral puesto que dos partidos Esquerra Republicana de Cataluña y Alternativa Vecinal de Mataró apuestan para volver a poner en marcha el tranvía por la ciudad. Mientras que los independentistas proponen que el tranvía se pasee por el perímetro de rondas, la candidatura independiente de vecinos querría que lo popular medio de transporte tuviera un uso turístico al nuevo paseo marítimo de la ciudad.
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