Los Ebri Knight en cuanto al premio de votación popular y Polvorosa -primer premio- y Tabarka -segundo premio- según decisión del jurado. Estos son los ganadores de la edición de 2005 del Día de la Música, la cuarta que se organiza en la ciudad y que se celebró este sábado día 18 por las calles del centro con la presencia de 28 grupos. Los ganadores del premio del público tendrá como premio una actuación en solitario la noche del día 24 al Paseo Marítimo, dentro de la fiesta mayor de Las Santas.
La actividad captó la atención de todos los ciudadanos que se pasearon sábado por la tarde por el centro de la ciudad y no había por menos. En esta ocasión se instalaron ocho escenarios -hasta ahora se tocaba en el tierra mismo- y de seis de la tarde hasta casi las diez de la noche la música -pop, rock, electrónica, folk, rock celta, jazz, funk, heavy y ska- sonó a todo volumen prácticamente sin cesar. A las once y media de la noche Ebri Knight ofreció el segundo concierto de la jornada después de anunciarse que ellos eran los ganadores del premio del público y después Diego Paqué rubricó una jornada completa por la música a la ciudad con un concierto de flamenco-fussió ante quinientas personas.
La organización ha hecho un balance positivo de la jornada puesto que de los treinta grupos que tenía que tocar sólo fallaron dos y también porque las mejoras que se han llevado a cabo -escenarios reales, regidores a cada espacio, aparcamiento por los grupos- han ayudado a mejorar el nivel musical de la actividad. "No ha habido grandes problemas y con la complejidad del montaje esto ya es mucho", ha dicho Gustavo Herraiz, del Arcadia Café Cultural.
Los actos del Día de la Música se cierran mañana martes día 21 a la capilla del Hospital de Santo Jaume y Santa Magdalena con un concierto que irá a cargo de la Joven Orquesta Iluro.
Vídeo de la actuación de los Ebri Knight
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Música en todas partes
El Día de la Música consiguió este sábado llenar de vida las calles de Mataró, como nunca. Quizás demasiado y todo, a juzgar por las miradas de algunas personas de edad avanzada hacia los escenarios instalados. había música para todo por todas partes y de hecho era imposible dejar de sentir en cualquier momento.
Los escenarios daban prestància a las actuaciones -este año con un regidor proveniente del Colectivo de Músicos del Maresme- pero también añadían distancia entre músicos y público, sobre todo cuando había poca gente. Algunos de los espacios, lógicamente, quedaron más desalmados que otros, como por ejemplo Can Xammar o el mismo patio del Patronato de Cultura. Pero en la plaza de Santa Anna el público era numeroso y sólo hizo falta ver la cantidad de fans que arrastraron los joveníssims Ebri Knight para entender que ellos serían el grupo ganador del premio Toni Muñoz, el del público. Y de hecho, dos días antes ya habían conseguido llenar una de las salas del Clap con una actuación ordinaria.
Paseándose por los ocho escenarios, arriba y abajo, había los hombres de la carpeta marrón; los miembros del jurado de este año, que guardaban dentro de su carpeta las puntuaciones de cada grupo como si se tratara del cuaderno azul donde el presidente del gobierno apunta los nombres de sus ministros. Algunos de ellos comentaban la dificultad de evaluar las actuaciones, porque el nivel era realmente alto. Como mínimo a nivel de ganas. había quién tenía más o menos técnica, más o menos gracia y más o menos público, pero de voluntad de gustar tenía todo el mundo.
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