Capgròs
La pandemia que estamos sufriendo por el COVID-19 ha hecho que nuestro sistema de salud, público y privado, de atención primaria y especializada, domiciliaria, paliativos, sociosanitarios y de transporte sanitario, se concentre, casi al 100%, al combatir sus consecuencias y a prevenir su mayor extensión. El esfuerzo titánico de auxiliares, enfermeras, portalliteres, personal de limpieza y cocina, médicos, personal administrativo y directivos, está haciendo posible que despacio podamos controlarla y que, más bien que tarde, podamos empezar a pensar a volver a la normalidad.
Desde que empezó esta crisis y siendo conscientes de cómo afectaba los enfermos de cáncer y su entorno, desde el AECC-Cataluña contra el Cáncer de Barcelona nos pusimos en marcha de manera urgente con la intención de reducir el impacto socioemocional y por lo tanto, al mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el cáncer, ajustándonos a las medidas de contingencia establecidas, gracias al proceso de digitalización que ya se había iniciado en nuestra entidad en los últimos años. Concretamente, con los voluntarios del AECC con experiencia y habilidades de acompañamiento, porque ya realizaban su actividad a los hospitales y domicilios, estamos apoyando, mediante llamada telefónica o chat online, intentando reducir la sensación de soledad y contribuyendo a fomentar un mayor bienestar. Así mismo, nuestros profesionales (psicooncòlegs, trabajadores sociales, fisioterapeutas y nutricionistas) han atendido por vía telemática a 581 beneficiarios en un total de 1.436 sesiones, cifra similar a las de antes de la pandemia.
Pero no sólo esta atención personalizada e inminente es importante, sino que somos conscientes de la emergencia socioeconómica que representa en esta población de riesgo en estos momentos y a medio plazo. Una familia puede llegar a aumentar sus gastos destinados a la salud entre un 4 y un 15%, después de un diagnóstico de cáncer, es decir, un gasto mediano mensual entre 100 y 300 €. Esto, provoca un desajust en su economía, llegando a tener que reducir en gastos de primera necesidad como la alimentación o la vivienda. Estas familias entran en extrema vulnerabilidad debido al cáncer y estas cifras se ven aumentadas debido a los efectos sociales del COVID-19.
Por este motivo desde el AECC, hemos creído necesario promover la creación de un fondo de ayuda económica de emergencia para las necesidades sociales de enfermos de cáncer y sus familias, dotándolo inicialmente con 3 millones de euros, en concreto en Barcelona con más de 500.000 €. Este fondo de emergencia se pone a disposición de quienes más lo necesiten con el objetivo de estar, más cerca que nunca y de una manera concreta, con los que pasarán por una situación de mayor vulnerabilidad a raíz de la pandemia del COVID-19. La idea es hacer un llamamiento a la población general y a las empresas, porque se sumen con dotaciones económicas a este fondo y hacerlo crecer, abriendo la puerta a poder trabajar con otras muchas entidades sociales y autoridades públicas, para buscar soluciones en el escenario que planteamos.
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