Pisos calle Sant Cugat ocupación. Foto: R.Gallofré

Los pisos públicos de la Generalitat, foco de los conflictos de Pla d'en Boet

El Ayuntamiento exigirá a la Agencia de l'Habitatge que acabe con las ocupaciones y la dejadez de los inmuebles, en el punto de mira por los últimos problemas de seguridad en el barrio

El Ayuntamiento de Mataró se ha comprometido ante los vecinos de Pla d'en Boet a reclamar a la Generalitat que acabe con las ocupaciones y con la dejadez de los bloques de viviendas públicas de la plaza Torre del Cogoll, a tocar de los Mossos d'Esquadra. Esta promoción, gestionada por la Agencia Catalana de la Vivienda, es un foco de conflicto desde hace una década, y en los últimos días ha sido noticia de nuevo por los graves incidentes entre delincuentes del barrio.

El alcalde, David Bote, acompañado de varios regidores y técnicos, además de representantes de Mossos d'Esquadra y la Policía Local, se reunieron ayer martes, día 14, con una veintena de vecinos al Centro Cívico Pla d'en Boet. El encuentro sirvió para analizar los problemas de seguridad y de convivencia que se viven en el barrio.

Los vecinos del barrio están muy alarmados por los últimos incidentes y problemas de seguridad

Los residentes del barrio están muy alarmados porque las disputas entre personas de perfil delincuencial residentes a la zona han ido además, generando situaciones de mucha tensión. La madrugada de jueves, día 8, uno o varios individuos prendieron fuego a un coche al aparcamiento sepultado de los pisos de la Torre del Cogoll, algo que afectó varios vehículos más. La siguiente madrugada se incendió un local ocupado a los bajos de los edificios marrones de la calle Santa Valentí, a pocos metros del aparcamiento, que obligó a desalojar los vecinos del bloque afectado. Según fuentes policiales, los dos hechos están relacionados, y tendrían vínculos con alguna disputa entre bandas. La situación fue de mucha tensión, con los Mossos desplegando unidades ARRO para garantizar la seguridad.

El estado en el que ha quedado el local ocupado que sufrió el incendio en Pla d'en Boet. Fotos. R. Gallofré

Durante la reunión de ayer los representantes policiales apuntaron que siguen investigando los hechos, pero lo que quedó claro es que la "zona cero" de los conflictos que se viven en el barrio se encuentra en los dos bloques de pisos, que suman 94 viviendas, construidos por la Generalitat en 2009 para destinarlos a alquiler social y asequible, y que hoy es un auténtico desastre. Algo que no es nuevo; ya hace años que buena parte de los pisos están ocupados, algunos de ellos por personas violentas y de perfil delinqüencial, que serían los protagonistas de los incidentes de los últimos días. A mediados de la década pasada la Generalitat ya se comprometió a posar solución, pero la situación sigue siendo muy problemática a día de hoy.

El Ayuntamiento reclama a la Generalitat que controle quién vive en estos dos bloques de pisos

En la reunión con los vecinos, el Ayuntamiento se ha comprometido a reclamar a la Agencia de la Vivienda de la Generalitat que haga un seguimiento de todos los arrendatarios que hay a las 94 viviendas que conforman los bloques de pisos de la Torre del Cogoll. "No tenemos constancia que haya un seguimiento exhaustivo de los residentes", explican fuentes del Ayuntamiento. El consistorio mataroní sospecha que el descontrol es absoluto en estos bloques, y por lo tanto exigirá a la Generalitat que lleve a cabo procedimientos de desocupación y que garantice que los pisos se destinan realmente al alquiler social.

El aparcamiento soterrado de los pisos, donde se quemaron varios coches. Foto: Cedida

El consistorio también constata que la falta de mantenimiento de las instalaciones es total. El aparcamiento sepultado, por ejemplo, no está cerrado y por lo tanto todo el mundo puede acceder (algunos de los vehículos quemados no pertenecen a residentes del bloque). Por eso se ha elaborado una lista de desperfectos y se recogerán todas las incidencias de cara a que se actúe y se hagan las reparaciones oportunas. Además, se reclamará a la Generalitat que se recupere la vigilancia privada en la zona, tal y cómo se aplicó hace unos años.