La crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 está teniendo efectos desastrosos en el Maresme. De entre todas las comarcas de la provincia de Barcelona, el Maresme es la que ha perdido más población ocupada residente y la que, en consecuencia, ha registrado un aumento más elevado del paro. Las cifras son especialmente graves en el Maresme norte, donde se concentran los municipios que dependen más del turismo. En la capital, Mataró, el impacto también ha sido muy grave.
El informe territorial de la demarcación de Barcelona, elaborado por la Diputación y la Cámara de comercio para hacer balance de la evolución económica de la demarcación, pone de manifiesto que la población ocupada residente del Maresme baja un 5,9% entre junio de 2020 y junio de 2019, 1,5 puntos más que la media de la provincia (-4,4%). Además, el informe señala que aumenta un 30,3% el número de parados registrados en el mismo periodo (en la provincia, 33,8%).
En el caso de los puestos de trabajo de la comarca, la caída (-7,6%) ha sido superior a la media provincial (-4,8%), con descenso del trabajo asalariado de un 9,6% o del autónomo del 1,5%. Entre marzo y junio del 2020 la comarca ha perdido 5.024 puestos de trabajo y ha aumentado en 4.443 las personas paradas. En la comarca hay un total de 31.027 ERTO acumulados.
La peor parte, en el Maresme norte
Por municipios la población parada aumenta interanualmente en toda la comarca, destacando el crecimiento de los municipios del Maresme norte: Arenys de Munt, Santa Susanna, Pineda de Mar, Calella, y Malgrat de Mar. En cuanto a la población ocupada residente en cada municipio, sobresalen los resultados en Calella y Malgrat de Mar, que son los municipios que porcentualmente más ocupación residente pierden.