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La remontada del turismo: 84 % de ocupación en el Maresme

Las cifras refuerzan y mucho el sector: sube un 40 % en un año, con más de 3 millones de pernoctacions entre julio y agosto

"Este ha sido el verano de la remontada turística". Así denomina el Consorcio de Promoción Turística Costa del Maresme la temporada alta con cifras a la mano. Se han superado con creces todos los dinciadors de los dos últimos años: la tasa de ocupación turística ha superado el 84 % al mes de agosto, con más de 1,5 millones de pernoctacions y más de 341.000 turistas.

"Con los datos en la mano nos permite valorar muy positivamente este ejercicio 2022, al menos el verano, y encarar su cierre con buenas perspectivas. El hecho de superar los dos años anteriores y acercarnos al 2019 también nos permite ir con optimismo al 2023, encarándolo cómo un ejercicio de plena normalidad y recuperación económica", ha afirmado el presidente del Consorcio Joaquim Arnó.

3 millones de pernoctacions

En los meses fuertes del verano, julio y agosto, se han superado los 3 millones de pernoctacions, con casi 700.000 turistas en estos dos meses. Representa una diferencia de un 37,9 % respeto las pernoctacions contabilizadas durante el mismo periodo del año pasado. La tasa de ocupación turística ha estado de un 83,7 % de media al Maresme, mientras que en los mismos meses del año 2021 fue de un 61,2 %, superándola con más de un 20 %.

Los hoteles y los campings son el tipo de alojamiento que han tenido una ocupación más elevada. De hecho, el presidente del Gremio de Hostelería del Maresme, Jordi Nogal, asegura que "en este mes de agosto, muchos de los hoteles del Alto Maresme han frotado, en ciertos periodos, una ocupación del 100 %. Se trata de una buena temporada del sector de alojamiento hotelero del Alto Maresme, en espera de las cifras del mes de septiembre y octubre para hacer un buen balance del cierre de esta temporada".

Menos españoles, más europeos

Otro dato destacable recogida por la plataforma Tourism Fecha System es que ha bajado el porcentaje de turista español, representando un 46,8 % del total, mientras que el año pasado supuso más del 70 %. En cambio, ha subido el viajero internacional, un hecho que nos acerca a la situación prepandèmia. Las nacionalidades que más han visitado lo Maresme son la francesa, alemana, holandesa y británica, que vuelven a ver el Maresme cómo un destino atractivo para pasar sus vacaciones.

El aumento de los turistas internacionales es uno de los motivos que expone el sotspresident de la Asociación de Campings y Ciudades de Vacaciones de la provincia de Barcelona, Joan Aubanell, como factor importante por las buenas cifras del turismo: "las ocupaciones nos recuerdan al 2019 y, en muchos casos, se superan. Lo vemos con dos factores. Por un lado, la recuperación del turismo internacional, que ha vuelto a venir. La libertad de movimiento, no había restricciones a las fronteras, y esto ha hecho que el turismo internacional volviera". Aubanell también destaca que "durante este tiempo de COVID-19 nos han descubierto muchas familias de proximidad, de Barcelona y el área metropolitana, que buscaban la manera de hacer las vacaciones de una forma diferente y con más contacto con la natura. Este año, el que ha pasado es que hemos fidelitzat un gran número de estas familias. Esta simultaneidad, la recuperación del turismo internacional más los clientes nacionales que hemos fidelitzat, ha hecho que hubiera un aumento en ocupación muy importante".

Y más tiempo

También ha aumentado el tiempo que pasan los turistas al Maresme. Mientras que la media de estancia de noches del año pasado fue de 3,83, este año ha estado de 4,36 en los meses de julio y agosto. Los apartamentos y los campings son los alojamientos donde más noches pasan los viajeros, llegando a 5,74 de media en el caso de los apartamentos y a las 5,27 en el caso de los campings.

Los propios empresarios turísticos valoran la ocupación de este año con un notable alto, igual que la marcha de su negocio, una valoración mucho más positiva que durante los años en que la crisis de la COVID-19 castigó el turismo.

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