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Puede España ser una potencia produciendo semiconductores?

Ante la crisis y escasez en la producción de semiconductores, España plantea una inversión millonaria para reforzar su posición al mercado.

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La pandemia causada por la COVID-19 todavía continúa dejando estragos. Más allá del ámbito de la salud, también ha afectado al comercio internacional por la escasez de materiales por la producción de semiconductores y microchips. Ante esta situación, que al mismo tiempo afecta en la tecnología, sector automovilístico y demés, varios países en todo el mundo han decidido establecer un plan de acción para empezar a invertir más en la creación de estos materiales necesarios. Os explicamos el caso de España y qué novedades hay al respeto.

España y la producción de semiconductores

Durante su intervención en la apertura de la event Wake Up! Spain, el presidente Pedro Sánchez ha anunciado un PERTE de microchips y semiconductores dotado con 11.000 millones de euros. Sus declaraciones oficiales han sido las siguientes: "El Gobierno quiere que nuestro país se sitúe en vanguardia del progreso industrial y tecnológico. Los semiconductores son un elemento básico de todos los sectores energéticos y adquieren una importancia geoestratègica mundial en un contexto de transformación digital de nuestra economía".

Se trata de un anuncio ligado a la Ley Europea de Chips, un gran plan de 43.000 millones de euros que tiene como meta lograr el 20 % de la producción mundial de chips para 2030, doblando así el nivel actual establecido en el 10 %. Todo esto se prepara debido a que en Europa no quieren depender de Àsia y los Estados Unidos por la producción de estos materiales. Para conseguirlo a Europa tenemos aliados cómo Intel, que invertirá hasta 17.000 millones de dólares en una megafactoria europea a Magdeburgo, a Alemana.

A estas alturas el modelo español está muy lejos de los referentes americanos y asiáticos, puesto que no contamos con las instalaciones necesarias ni el personal calificado para encargarse de potenciar esta producción. Existen ejemplos cómo la iniciativa del procesador RIESGO-V europeo, en que colabora la empresa española Semidynamics, pero es más que probable que la inversión propia nacional no sea suficiente y necesitamos más dinero extranjero para impulsar la propuesta.

De hecho, los 11 millones que ha propuesto invertir Pedro Sánchez no son nada en comparación a los 100.000 millones de dólares que emprarà TSMC (Taiwán Semiconductor Manufacturing Compañero) y los 205.000 de Samsung, que incluyen tanto chips cómo biofarmacèutica y telecomunicaciones (solo 17.000 millones de dólares de esta cantidad ya serán destinados a la creación de una fábrica a Texas).

Por todo esto, es muy difícil que España llegue a ser una potencia importando en el ámbito de la producción de microchips y semiconductores, puesto que hasta ahora habían dependido mucho la importación asiática de estos componentes. Debido a la crisis generada por la pandemia y los conflictos comerciales internacionales, algunas de estas relaciones se han visto afectadas y ahora llega el momento del arrepentimiento y la investigación rápida de una autonomía que se difícil construir en tan poco tiempo y con una inversión pequeña (por este ámbito) cómo es la de once millones.

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