Perseguir a los clientes porque paguen costa 26.000 millones a las empresas

Las empresas españolas pierden más de 26.000 millones de euros anuales al recaudar los pagos de sus clientes, según el reciente informe europeo de pagos de Intrum. Esta cifra aumenta hasta cerca de 275.000 millones de euros si se añade el total de los 29 países europeos encuestados. De media, las empresas españolas dedican 81 días al año a la tarea de recaudación, 7 días más que la media europea de 74 días. Este estudio también revela que el 54 % de las empresas españolas tiene que replantearse el crecimiento del negocio para obtener más eficiencia y ahorro de costes debido a la inflación y el aumento de los tipos de interés.

A medida que los clientes piden plazos de pago más largos o intentan renegociar los precios, las empresas tienen que dedicar cada vez más tiempos y recursos para asegurar sus ingresos. Esto supone un coste excesivo para las empresas, tanto en términos de tiempos cómo de recursos. Según José Luis Bellosta, Director General de Intrum España, apoyarse en empresas especializadas ayuda las empresas a invertir sus esfuerzos en otras tareas orientadas a su desarrollo y crecimiento, y conseguir mejoras en los periodos de cobro.

Intranquilidad por la inflación

Ante la incertidumbre económica actual, las empresas priorizan la eficiencia y el ahorro de costes frente al crecimiento. El 60 % de las empresas españolas cruz que la inflación elevada durará un año o más, mientras que la media europea es del 68 %. Este contexto de inestabilidad presenta retos importantes para las empresas, que tienen que ser cauteloses en sus inversiones, decisiones corporativas y estrategias empresariales para evitar posibles situaciones problemáticas. El 54 % de las empresas españolas afirma que se han centrado al gestionar los riesgos económicos del negocio y han descuidat otras iniciativas que los harían más competitivas.

En respuesta a la inflación y al aumento de los tipos de interés, el 54 % de las empresas españolas también tiene que replantear su estrategia de crecimiento para obtener más eficiencia y ahorro de costes. Esta tendencia se mantiene en otros países europeos importantes cómo lo Reino Unido, Alemana, Italia, Portugal y Francia. En definitiva, la prioridad para las empresas es la estabilidad financiera frente al desarrollo de sus negocios.