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Menos pisos en alquiler y más caros: la cruda realidad del mercado inmobiliario maresmenc

Los precios de alquiler han crecido más de un 20 % en los últimos cinco años a la comarca y los contratos firmados han bajado notablemente. Los propietarios lo atribuyen a la inseguridad jurídica y a la carencia de incentivos públicos

patrocini Pous renda
 

Un grueso importante de maresmencs que en los últimos años se haya tenido que enfrentar al proceso de encontrar un buen piso de alquiler habrán vivido este proceso cómo un trance. El motivo: precios elevados y al alcance de pocos ciudadanos, y sobre todo una alarmante falta de oferta, que provoca una gran competencia para conseguir aquellos hogares que son verdaderas oportunidades. Los datos de los últimos cinco años indican que estas percepciones son totalmente ciertas, y los propietarios lo aducen, entre otros motivos, a la carencia de seguridad jurídica y de incentivos públicos a la hora de posar los pisos al mercado del alquiler.

El Informe sobre alquiler de vivienda a Mataró y el Maresme del año 2022, elaborado por la Cámara de la propiedad Urbana de Mataró y el Maresme, ofrece un análisis en profundidad de la evolución del mercado de alquiler al territorio. El estudio establece que en los últimos cinco años los precios del alquiler en la comarca han crecido en un 20,61 % (respecto al 15,5 % que lo ha hecho el IPC). Si en 2017 el precio medio de alquiler de una vivienda al Maresme era de 669 euros, al cerrar el 2022 la cifra ha llegado hasta los 807 euros mensuales. Un hecho que, ciertamente, no es exclusivo de la comarca, puesto que los precios han aumentado tanto o más al conjunto del territorio. De hecho, en el Maresme se sitúa por debajo del precio mediano catalán, de 815 euros al cerrar en 2022, y de la provincia de Barcelona, de 892 euros (marcado en buena parte por los alquileres a la capital catalana, mucho por encima del resto de poblaciones del país). "Mal de muchos, consuelo de tontos" dice el refrán; que la realidad de la comarca sea la misma que la del conjunto del país no alivia el problema de los maresmencs a la hora de encontrar piso.

 

 

"Hay que compensar económicamente los propietarios que quieran impulsar alquiler social"

Muchos menos contratos de alquiler

Hay varias claves que explican este aumento de precios. A nadie se le escapa que la presión del mercado inmobiliario barcelonés, con precios desorbitados, está "expulsando" muchos residentes de la capital catalana, en busca de viviendas a municipios del entorno metropolitano. Estas ciudades y pueblos han experimentado en los últimos años, a raiz de este fenómeno, un aumento de precios fruto del crecimiento de la demanda que ha llegado por el desembarco de los barceloneses. Pero esta no es la única explicación; el principal problema es el descenso en la oferta de alquiler. Si comparamos los datos de los últimos cinco años que ofrece el informe de la Cámara de la propiedad, vemos que en 2018 al Maresme se firmaron 9.845 contratos de alquiler, mientras que en 2022 fueron tan solo 8.322. Si hace cinco años el alquiler representaba, al conjunto de la comarca, el 65 % de las operaciones inmobiliarias, al cerrar el año pasado tan solo era el 59 %. La compra-venta, a pesar de seguir siendo minoritaria, gana pes inexorablemente. En Mataró el alquiler había llegado a copar el 72 % del mercado (2017) y ahora (2022) tan solo representa el 64 % del total.

El lloguer dels pisos barats s'ha encarit. Foto. R.Gallofré

Vista de Mataró, donde los alquileres no paran de subir. Foto. R.Gallofré

Los principales datos

  • El precio mediano de alquiler ha subido un 20,62 % en los últimos cinco años (respecto al 15,5 % del IPC)
  • Los maresmencs pagan de media 807 euros mensuales
  • El año 2022 se firmaron 1.500 contratos de alquiler menos que el 2018
  • El alquiler copa el 59 % del mercado de la vivienda en el Maresme y un 64 % en Mataró

Inseguridad jurídica

"Muchos pequeños propietarios que tenían un piso en alquiler han decidido, en los últimos tiempos, posarlo a la venta", explica Joan Antoni Pous, gerente de la Cámara de la propiedad. Por qué motivo? "Porque los números no los salen", resuelve Pous, porque "ser propietario hoy en día es una carga". Desde el cuarto señalan que estos pequeños propietarios, que suponen la gran mayoría de sus socios, sufren inseguridad jurídica a causa, por un lado, del fenómeno ocupa (que afecta especialmente los pisos en alquiler, víctimas demasiado a menudo de ocupaciones cuando quedan vacíos entre la finalización de un contrato y el inicio del siguiente), pero también ante las incertidumbres a las que afirman que los aboca la futura Ley de la Vivienda (a punto de aprobarse al Congreso de los Diputados y que establecerá topas de precios a determinados propietarios y subidas inferiores al IPC en los contratos, entre otros medidas). Desde la Cámara también lamentan la "carencia de incentivos públicos" para los citados propietarios de cara a facilitarlos posar sus pisos al mercado de alquiler a precios asequibles y que, a la vez, les pueda quedar alguna pequeña renta.

"No se puede trasladar toda la responsabilidad de los precios y de la oferta a los pequeños propietarios"

La responsabilidad sobre los precios

Pous lamenta que se atribuya a este perfil de pequeños propietarios la culpa del fenómeno de los precios de alquiler demasiado altos y la carencia de oferta. "La accesibilidad a la vivienda es un problema social de primer orden que arrastramos desde hace muchos años y nosotros somos plenamente conscientes, y por fin parece la administración haya tomado conciencia y no se haya destinado suficientes recursos en los últimos años, legislando y fiscalizando cómo si se atribuyera la responsabilidad a los propietarios". El anuncio de nuevas promociones públicas de vivienda por parte de la Generalitat en ciudades cómo Mataró, donde hace más de una década que no se hacen pisos públicos, significa un cambio de tendencia, pero desde la Cámara reclaman otros movimientos. "Si se quiere promover que los propietarios privados impulsen el alquiler social, hace falta que la administración los compense económicamente para que permita mantener los inmuebles en un buen estado de conservación y al final quede algún rédito", afirma el gerente del organismo, que asegura que se trata "de un modelo que ya se está aplicando en otros países y que se tendría que trasladar al nuestro".

L'Oficina Local d'Habitatge de Mataró

La Oficina Local de Vivienda de Mataró

"Mucha gente que tenía un piso alquilado ahora lo está poniendo a la venta"

Menos promociones y la polémica del 30 %

Desde la Cámara también señalan que se están impulsando pocas promociones de vivienda nuevas a ciudades cómo Mataró, y que la gran mayoría de las cuales están destinadas a la venta. Una situación que consideran que irá a peor a raíz de la implementación de la medida del Ayuntamiento de Mataró de destinar el 30 % de las nuevas promociones de pisos a vivienda social. La Cámara, al igual que organismos cómo la Asociación de Promotores y Constructores y el Colegio de la Arquitectura técnica, son muy críticos con esta propuesta puesto que constatan que puede provocar la fuga de promociones de viviendas en poblaciones del entorno donde no se aplica esta restricción.

Limitar los precios del alquiler?

Otra de las polémicas actuales en materia de políticas de vivienda gravita en el entorno de la necesidad, o no, de establecer límites en los precios del alquiler. Sería una medida adecuada para contener los precios, o bien contraproducente? Desde la Cámara de la propiedad Urbana lo tienen claro. "Las cifras evidencian que ponen límites a los precios de alquiler, no tanto solo ha demostrado que ha significado una bajada en la oferta de pisos, sino que ha perjudicado a los bolsillos menos solventes" destaca su gerente, que considera que "si por el mismo piso optan más de una familia, se acabará formalizando con quién pueda acreditar más solvencia".

 

 

 

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