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Redacción / AMIGO

El gran dilema de la energía: entre financiar la guerra de Rusia y la independencia

La autosuficiencia energética de Cataluña es uno de los grandes retos económicos y ambientales del país.

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La necesidad imperiosa de una transición hacia energías renovables ha centrado el Tribuna de Sant Cugat Empresarial, celebrada este jueves al QGat Hotel. La emergencia climática y el precio disparado de la energía hacen imprescindible esta transformación, en la que Cataluña está a la cola de Europa. Aún así, ha habido un mensaje optimista sobre las oportunidades del territorio. "Todo este consumo de energía que tenemos como sociedad ha sido una agresión a nuestro planeta. Tenemos una sociedad de hiperconsum, nos hemos acostumbrado a comprar cosas en países lejanos y hemos hecho del consumo un tipo de religión. Esto tiene un coste por nuestro planeta", ha reflexionado Jaume Vivas, presidente de Sant Cugat Empresarial.

Además, la guerra a Ucrania ha hecho disparar todavía más el precio de la energía y ha agravado las consecuencias económicas por familias y empresas, a la vez que supone un dilema moral. Así lo ha resumido Vivas: "Europa tiene una dependencia vital del petróleo y gas de Rusia. Dejar de importar estas energías aportaría una ruina social y económica. Si continuamos comprando, estamos financiando Rusia y esta guerra".

La energía renovable, la gran alternativa

En este escenario, las energías renovables acontecen la gran oportunidad para superar las problemáticas ambientales y económicas del actual sistema. "La guerra de Ucrania nos ha servido para ver que la transición energética no solo tiene una componente climática, sino también económica . Las empresas no podréis sobrevivir en el mercado si no hay esta transición", ha señalado Josep Escobar, ninguno de la división de gestión energética del Instituto Catalán de Energía, haciendo referencia al precio de la energía.

Y Cataluña tiene un problema grave: el 94 % de la energía consumida se importa otros territorios. "Tenemos que multiplicar las energías renovables por 18", ha resumido Escobar. "La Unión Europea se quiere independizar del gas ruso y España tiene un papel importantísimo. Tenemos los dos recursos más importantes: viento y solo. Nos permite tener un futuro muy importante", ha animado Emili Rosaud, el CEO de Factor Energía.

Los pequeños cambios son poderosos

Un mensaje con el cual ha coincidido Robert Navarro: "España se puede convertir en una potencia generadora de energía a nivel europeo, tenemos una cantidad de recursos impresionantes". Un primer paso es en manso de la ciudadanía y las empresas, tal como ha insistido Rousaud: "La transición energética lo tenemos que hacer nosotros, somos el motor".

En este sentido, ha hecho un llamamiento a las empresas a apostar por la eficiencia energética y la instalación de placas solares a sus cubiertas: "Si se hacen números, con los precios actuales, la recuperación del coste de la inversión puede ser en dos o tres años y se producirá energía durante 30".

En este contexto, Núria Cortijo, profesora de Economía de la IESE Business School y miembro del Consejo de Gobierno del Banco de España, ha querido hacer referencia a la importancia de no dejar atrás nadie en esta transición y evitar que aumenten las rendijas sociales, cómo ha pasado con otras crisis. Y tampoco territoriales, con la instalación de grandes parques solares o eólicos. Además, ha reclamado una mirada europea: "Menos globalización, pero más Europa. España no tiene que ser autosuficiente, tiene Europa".

El teniente de alcaldía de Hacienda de Sant Cugat, Pere Soler, ha resaltado la importancia de esta transformación y el impacto en la ciudadanía: "Los poderes públicos, de la mano de las organizaciones empresariales, tenemos que hacer políticas que ayuden a la transición energética. La transición energética tiene que ayudar a mejorar la vida de los ciudadanos, no solo del tejido empresarial".

Aún así, Josep Escobar ha querido hacer un baño de realidad: "Si ocupáramos todas las cubiertas de Cataluña con placas solares, podríamos aportar el 20 % de toda la energía que necesitamos". Robert Navarro, CFO de RWE Renewables Iberia, ha insistido en esta reflexión: "Para producir la energía que produce Vandellòs II en un año, tenemos que ocupar 16.000 hectáreas con placas solares". Navarro ha enfatizado esta realidad: "Se tiene que hacer y necesitamos consenso social para encontrar la manera. Es muy importante hacer pedagogía. Hay asociaciones que pregonan que será suficiente con las coberturas de edificios, pero no lo será. No podemos tener energía neta y sostenible y no tocar el territorio, no será posible".

Ahora o nunca: la transición energética

La gran conclusión de Tribuna Sant Cugat Empresarial ha sido evidente: es imprescindible transformar el modelo energético catalán para garantizar el futuro ambiental y económico del país y del planeta. La tecnología está y ahora hace falta una apuesta más firme de la ciudadanía, de las empresas y las administraciones y conseguir consensos con todo el territorio.

"Si no empezamos a implementar estas políticas, estamos destruyendo los recursos y acabando todos los recursos, tenemos que pensar en nuestros hijos. Si no hagamos nada, esto será un desierto y será un futuro triste", ha alertado Emili Rousaud, que ha finalizado: "La transición energética lo tenemos que protagonizar nosotros, es la contribución de cada cual el que nos llevará a cambiar el modelo".

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